El Vending amenaza el monopolio de las farmacias

La llegada del "vending de farmacia" a nuestro país se atisba cada vez más cercana después de que varios establecimientos farmacéuticos hayan optado por instalar una expendedora automática para completar su servicio 24h.
Aunque muy tímidamente, la introducción de este tipo de máquinas es cada vez más habitual, aunque su uso está todavía restringido a productos de parafarmacia que no necesitan prescripción médica ni atención del facultativo.
Las reticencias de los farmacéuticos a la generalización de los sistemas de venta automática en su ramo son fácilmente entendibles: suponen una amenaza para su exclusividad. La instalación de una máquina de vending es susceptible de realizarse en cualquier establecimiento, lo que rompería el monopolio de las farmacias.
De momento, la legislación está de su parte, puesto que no es posible utilizar máquinas expendedoras para vender productos farmacéuticos, con excepción de aquellos que no requieran una información adicional para su uso. O por lo menos, esa es la interpretación que hacen las fuentes legales que asesoran a las asociaciones farmacéuticas y que, de momento, se ha impuesto en los tribunales.
No obstante, la situación podría dar un giro con la aparición de aparatos similares al de la empresa canadiense PharmaTrust, principal impulsora de una nueva regulación aprobada en el país norteamericano que permite expender productos farmacéuticos, con o sin receta médica. Para ello, estas máquinas de vending cuentan con un sistema de vídeo y voz que permite al usuario contactar con el farmacéutico y recibir información y consejo las 24 horas del día.
Mientras esperamos la llegada de estos mecanismos a nuestro país, se debe recordar al operador de vending que la venta de productos sanitarios debe limitarse a aquellos que no requieran el asesoramiento de un farmacéutico, susceptibles también de venderse en parafarmacias.