Metamorfosis: de mobiliario urbano a máquina de vending… y en un entorno sostenible

HOSTELVENDING.com 15/09/2014.- Hace poco lo veíamos en una nueva campaña de marketing, esta vez era la marca de patatas fritas Walkers, que utilizaba las máquinas expendedoras para dar a conocer un producto… Lo original de la propuesta era que convertía la marquesina de una parada de autobús en el equipo expendedor, una propuesta que pasa de ser un mero reclamo publicitario a una alternativa que hay que estudiar con detenimiento.

Nosotros lo hemos estado haciendo durante este verano y hemos hablado con una empresa especializada en transformar el mobiliario urbano en fuentes de energía sostenible y con las principales empresas fabricantes de máquinas para ver si realmente es posible transformar una parada de autobús en un punto de venta automático.

Lo primero que hicimos fue ponernos en contacto con Insopol, una empresa vasca especializada en diseño de estructuras y soluciones para el autoabastecimiento o el abastecimiento a terceros a través de la energía solar. Fachadas y tejas solares, farolas bancos y marquesinas con placas capaces de generar su propia energía son ayunos de los desarrollos de esta innovadora compañía que en 2010 registró su primera patente.

Su originalidad le ha valido el premio a la Mejor Invención Española 2014 en el Salón de Invenciones se Ginebra, además de contar a nivel internacional con la medalla de Oro y Mención especial del Jurado en la categoría de Arquitectura, Construcción e Ingeniería Civil.

Ejemplos de su creatividad y funcionalidad podemos ver en cuidases como Valladolid, Vitoria, Albacete o Montevideo, instalaciones capaces de alimentar por ejemplo un sistema de alquiler de bicicletas. Pero ¿y una máquina de vending? ¿Sería posible dotarlas de un sistema que a través de paneles solares colocados en distintas categorías de mobiliario urbano generase la suficiente energía para que fuesen más baratas, sostenibles y además abriesen una nueva oportunidad para el vending público?

Su gerente, José Ignacio Vázquez-Illa lo tiene más que claro. “Por supuesto que sí, siempre y cuando se tomen en consideración unas premisas necesarias para el correcto funcionamiento de la instalación”. Si juntamos las iniciativas de esta empresa y algunos ejemplos que pudimos ver este año en Venditalia, encastrar una máquina de vending en una marquesina es una idea más que factible, pero además alimentarla con una energía como la solar, una opción muy atractiva para ayuntamientos preocupados y comprometidos en darles nuevos servicios a sus ciudadanos y hacerlo con el máximo respecto al medio ambiente.

En la actualidad, las aplicaciones de estas marquesinas solares no van tan lejos, pero podrían. “Una marquesina solar para transporte público te permite que mientras estás esperando el autobús, puedas estar recargando tu móvil, que tengas luz de seguridad en horario nocturno, que se pueda alimentar energéticamente un mupi publicitario… y por qué no, una máquina de vending. Es cuestión de dimensionar adecuadamente la instalación en cada caso. Si la demanda energética de la marquesina de autobús es excesiva, también podemos recurrir a una instalación mixta. Es decir, en los meses de menor exposición solar, cuando la instalación no produzca suficiente energía, el inversor cargador discriminará automáticamente la fuente de energía, captando la de la red eléctrica. Esta solución, más completa, permite el ahorro y además nunca falla”, detalla José Ignacio.

La clave está en las máquinas y sus consumos. Los fabricantes se afanan en diseñar máquinas cada vez más eficientes. No es una cuestión de tener mejor prensa, sino de que sean más baratas en su mantenimiento y den menos problemas de rendimiento. Así nos lo cuenta Juan Antonio García, jefe del servicio técnico de N&W Global Vending. “Nuestras máquinas presentan tomas de tensión cada vez más estables y consumos cada vez menores. Trabajamos en nuevos materiales para las calderas y en grupos de frío más eficientes que permiten ahorrar”.

“Existen gran variedad de máquinas de vending para productos que no requieren mucha energía, eso por un lado. Por otra parte hay que considerar la ubicación y tiempo de utilización (24 horas) y si es estacional o todo el año. No es lo mismo una máquina en Lugo que en Almería, de productos sin refrigeración o de bebidas, ni si solo se va a utilizar en temporada de verano o todo el año. Por todo ello cada caso es para estudiar.
Los picos de potencia son importantes pero más es el consumo diario. Con un conversor de la potencia adecuada absorberemos los picos sin problema, pero necesitamos capacidad de almacenamiento de energía para las horas que no haya luz”, explica el gerente de Insopol.

Lo ideal es que no haya apoyo de red eléctrica exterior, que la instalación solar se baste por sí sola para encajar en un modelo de marquesina urbana. “Esto nos generará mayor superficie de paneles y que en verano tengamos producción en exceso. Si planteamos una parada con vending, mupi, conexión a internet… la cubierta solar solar será suficiente en algunos momentos y en otros habría que reforzarla con energía de la red”.

Cualquier solución pasará siempre por utilizar las máquinas más eficientes del mercado, que con la norma EVA estén catalogadas con A+ o mejor aún con A++. “Para una marquesina normal de parada de bus lo ideal es que no pasara de un consumo día de 3kw, aunque esa misma marquesina solar en verano nos puede dar dos veces y medio ese consumo. Para no desaprovechar la energía generada, se puede colocar otra máquina. Lo que no es lógico es que utilicemos para una instalación solar, máquinas de vending que consumen la misma energía diaria que una vivienda media”, insiste.

Los fabricantes como Necta ofrecen en las fichas técnicas de sus máquinas información bastante detalla del consumo medio diario de una máquina según el número de servicios, el consumo medio en reposo y también su puesta en funcionamiento, por lo que es posible hacer una aproximación bastante exacta del rendimiento que exigen y el tamaño de la instalación que necesitaría.

Bien es cierto y en eso el jefe del servicio técnico de Necta coincide con Juan José Mach, director general de Saeco, en que si todavía no se ha terminado de desarrollar un sistema es porque parece no existir la demanda en el mercado. Los fabricantes, por tanto, se mantienen en un segundo plano y prefieren esperar a lanzarse a invertir en una opción como esta que presenta importantes riesgos.

Pero lo cierto es que hay organismos públicos y cada vez más empresas privadas que optan por aprovechar las instalaciones para abastecer ciertos servicios. No es raro encontrar farolas dotadas con placas solares ni que Ikea aproveche los techos de sus aparcamientos para generar luz. Es decir, cierta demanda sí que existe y por eso al final es más una cuestión de que coincidan las empresas adecuadas en el momento adecuado para crear y desarrollar ideas.

“Nosotros somos expertos en fabricar máquinas, todo lo que sean servicios añadidos depende de estas terceras empresas que los ofrecen. Nosotros no fabricamos sistemas de telemetría, sin embargo trabajamos con las empresas que sí lo hacen e intentamos desarrollar los productos con ellos. Con esto quiero decir que siempre estamos abiertos a nuevas ideas que puedan aportar beneficios y mejorar nuestras máquinas”, asegura Juan Antonio.

Y no hablamos de colocar una placa solar encima de una máquina como nos avisa el responsable de Insopol. Hay diversas razones por las que no es una opción viable. “La primera es la escasez de potencia de las placas fotovoltaicas para una máquina de frío (esa instalación no da más de 2kwh/día en verano), la segunda es que están al alcance de la mano y se pueden robar fácilmente. Otro ejemplo que no considero adecuado es colocar directamente una placa encima de una máquina de vending, hacer una máquina de vending solar. Independientemente de que nunca obtendremos una adecuada producción energética, al tener que colocarla al sol, vamos a obligar a trabajar el doble al compresor frigorífico y encima se puede perder el género si la superficie acristalada es grande y los productos que lleva son sensibles al exceso de luz. Pienso que la máquina de vending ha de estar protegida de las inclemencias meteorológicas, debajo de una marquesina, por lo que es aconsejable ir a una solución tipo parada de transporte público”.

Por tanto, también se necesita la participación de un tercero. “Estamos dispuestos a colaborar con todos los fabricantes que lo deseen, ya que, nuestro sistema sirve para todo tipo de máquinas, no se requiere trabajar con una máquina concreta. Suministramos energía eléctrica a 230 voltios por lo que da igual enchufar la máquina de vending a nuestro sistema que a la red eléctrica. Además, nuestro sistema patentado, consiste en la integración del módulo solar en el poliéster, por lo que las placas solares no se pueden sustraer, están integradas en la estructura de la marquesina”.

En Insopol apostarían por poner a prueba la idea con un desarrollo total de lo que hemos podido ver estos días en Londres. Su filosofía de empresa es producir energía allí donde se demanda por medio de renovables, evitar en lo posible las líneas de distribución eléctrica para puntos que pueden ser autónomos energéticamente. Una máquina de vending es un punto de consumo eléctrico, por lo tanto es un objetivo a satisfacer.

“Se pueden plantear marquesinas de bus, para determinadas ubicaciones, que vayan a ser solares, que puedan albergar en su interior máquinas de vending. También se pueden diseñar marquesinas solares para vending que no estén ligadas al transporte, sino a zonas de recreo y/o descanso del viandante, donde te puedas sentar, relacionarte y tomarte una consumición. Pienso que hay varias soluciones que también deben adaptarse al tipo de vending que queramos hacer”, señala José Ignacio.

Si la iniciativa no parte del fabricante puede hacerlo desde un gran operador o un organismo o empresa interesado porque los beneficios están ahí. “Las ventajas de esta opción son muchas, quizás la principal es que la misma máquina sirve para conexión a red o solar, no hay que desarrollar una máquina nueva. Además, si estamos generando energía con una marquesina de parada de autobús y queremos dar más servicios, como recarga de móviles, tenemos que suministrar energía a 230V. Por lo tanto el coste de más es la instalación solar, por lo que habrá que pagar un canon de utilización de la marquesina, si no se ha pagado su fabricación. Ahora bien, el ahorro posterior será todo el consumo que tenga la máquina. No nos olvidemos además, de la imagen de sostenibilidad y preocupación medioambiental que la empresa consigue al adoptar este tipo de suministro de energía”.

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