El café en cápsulas sigue imparable… en el consumo doméstico

HOSTELVENDING.com 11/04/2018.- El consumo de café no deja de crecer en los hogares. Lo hace desde hace más de una década sin parar, espoleado en los últimos tiempos por los nuevos formatos y muy especialmente por el café en cápsula.

Es tanto su peso en la cesta de la compra que la Encuesta de Presupuestos Familiares de 2017 ha creado una identificación propia para esta tipología de consumo.

Así, cada 5 años el INE revisa la evolución del consumo de las familias, con el objetivo de actualizar lo que podríamos llamar una cesta de la compra media. Y ha sido precisamente en esta última actualización que el INE ha dado identificación propia en las cápsulas de café monodosis, junto a otros productos tan emergentes como son el consumo de música y videos en línea. Todo ello reflejo del protagonismo creciente de este producto en los hábitos de consumo de las familias.

Aunque el fenómeno de la cápsulas se podría pensar que es relativamente reciente, lo cierto es que su origen se remonta casi medio siglo atrás, cuando en la década de los setenta del siglo pasado una empresa del sector del café tuvo la idea. Su objetivo era desarrollar una cápsula para preparar cafés de calidad que se pudiera consumir con facilidad tanto en los hogares como los lugares de trabajo. Nestlé, que entonces era líder en el mercado del café instantáneo, compró la patente y desarrolló el producto.

Como destaca el Observatorio Bonpreu y Esclat, en términos agregados, la aparición de las cápsulas de café ha provocado que el gasto destinado al consumo de café se haya incrementado de forma muy significativa dentro del conjunto de gastos de las familias. Basta tener presente que unos 250 gramos de café molido tienen un precio de venta al público de 3 euros, y esto haría posible preparar hasta 45 cafés, considerando un consumo medio de 5,5 gramos por café (Cantidad de café que habitualmente se incorpora dentro de una cápsula de café).

“En consecuencia, podríamos decir que para el consumo de un café las familias pasan de asumir un coste medio por taza, que en aquellos momentos se situaba en 0,07 euros, a asumir un precio superior a 0,30 euros que valía una cápsula de café a los inicios de su comercialización”, destaca en su último estudio publicado el pasado mes de marzo.

Las cápsulas de café representan la generalización social de un producto gourmet

Que los consumidores asuman un incremento de precio unitario tan elevado es ciertamente sorprendente en la medida que representa la generalización social de un producto que habría considerar de público gourmet, añaden. Un fenómeno de estas características hay que entenderlo como una combinación de éxito del marketing con el hecho de que el gasto que representa el consumo de café tiene un impacto relativamente pequeño sobre el total de los presupuestos familiares.

Más allá de los cambios de hábitos vinculados el consumo de café, es lógico pensar que una parte del crecimiento del consumo de café en formato de cápsulas que se ha visto a lo largo de estos últimos años también tiene que ver con el crecimiento de las familias unipersonales y de menor dimensión, proporcionalmente más propensas al consumo de productos en formato de monodosis.

El gasto en café se ha duplicado en los 10 últimos años, favorecida por la aparición de las cápsulas

En 2016 las familias españolas alcanzaron un gasto en café -excluyendo aquella que se consume en bares y restaurantes- de 1.213 millones de euros si consideramos conjuntamente la gasto tanto en cápsulas como en formatos tradicionales. Un gasto que se ha más que duplicado a lo largo de estos últimos 10 años, si se comparan con los 601 millones de 2006.

El Observatorio asegura que detrás de este incremento puede haber muchos elementos a tener en cuenta. Incluso, se podría considerar un cierto factor de sustitución entre las compras de cápsulas respecto la opción de tomar un café en los bares, restaurantes o en las máquinas de café en lugares de trabajo y espacios públicos.

Una parte del crecimiento también podría venir inducido por la facilidad de uso de las cápsulas. Pero más allá de este factor sustitución, lo cierto es que una parte del incremento del gasto en café ha venido generada por el mayor precio unitario del café en cápsulas versus el café en formato tradicional.

Así, con datos de 2016, el consumo de café en cápsulas representó un gasto total a España de 552 millones de euros, frente a los 661 millones del gasto en café en formatos tradicionales.

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