El dulce dilema del café: ¿es mejor disfrutarlo al natural o con azúcar?

HOSTELVENDING.COM 16/10/2024.- Si bien cada uno decide si agregar azúcar o no a su taza, es importante recordar que el dulzor natural del café juega un papel esencial en la experiencia sensorial de la bebida. La falta de esta cualidad puede restar puntos en la apreciación global del sabor.

El dulzor es una característica intrínseca del café, presente en el grano desde su origen como semilla. Aunque cada persona elige si añadir o no azúcar a su café, es fundamental tener en cuenta que el dulzor natural del café desempeña un papel clave en la experiencia sensorial. La ausencia de esta característica puede disminuir la valoración general del sabor de la bebida. Sin embargo, nuestra percepción del dulzor en cada sorbo varía dependiendo de muchos factores, como la variedad de la planta, la altitud a la que fue cultivada, el tipo de proceso que atravesó, el grado de tueste, el método de preparación y, por supuesto, la sensibilidad individual de nuestras papilas gustativas.

Al rastrear el dulzor del café desde su origen como semilla hasta su llegada a la taza, se puede notar que la variedad Arábica tiene casi el doble de sacarosa que la Robusta. Esta diferencia se hace evidente en los granos, especialmente cuando comparamos Robusta cultivado a baja altura con Arábica cultivado en zonas elevadas, donde el proceso de maduración es más lento. Este fenómeno, tal y como arrojan desde Fórum del Café, porencia la acidez del grano; pero también su dulzor. Incluso dentro de la misma variedad Arábica, los granos cultivados en mayores altitudes destacan por un mayor dulzor en comparación con los producidos a niveles más bajos.

Azúcar en el café: ¿sí o no?

Ahora, la gran pregunta: ¿Es necesario añadir azúcar al café? La respuesta será... depende; no tiene una respuesta definitiva, estará sujeto al gusto de cada persona. Si bien algunos prefieren disfrutar del café en su estado puro, apreciando todos sus matices y características originales, otros consideran que el azúcar equilibra ciertos sabores, haciéndolo más suave y agradable para su paladar. En definitiva, no existe una norma estricta. Lo importante es que cada quien disfrute su café de la manera que más le guste.

No obstante, es importante destacar que, de acuerdo con algunos estudios, como el realizado por la Universidad de Cornell en Ithaca, Nueva York (mencionado por Fórum), y publicado a finales de verano, la cafeína influye en cómo percibimos los sabores, en especial el dulzor. Este estudio concluye que las personas que consumen café con cafeína, o cualquier otra bebida o alimento que la contenga, como el té, las bebidas energéticas o el chocolate negro, experimentan una alteración en su percepción del gusto dulce, reduciendo su capacidad para detectar cuán azucarado está un alimento. Según los investigadores, esto podría explicar por qué muchas personas sienten la necesidad de comer algo dulce después de beber estas bebidas.

Sin embargo, esto no implica que el consumo de cafeína lleve a una ingesta mayor de alimentos azucarados. Lo que realmente ocurre es que la percepción del sabor, inmediatamente después de tomar café, puede verse alterada. Esto sucede porque la cafeína bloquea los receptores de adenosina, lo que aumenta el estado de alerta, pero durante este período, el sabor de lo que consumimos puede cambiar sutilmente. El estudio también concluye que la cafeína no parece tener un efecto significativo en la percepción de los sabores amargo, ácido, salado o umami.

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