El vending de bebidas calientes mira hacia vasos de mayor capacidad y ¿de papel?

HOSTELVENDING.com 16/02/2017.- A ojos del consumidor pocas cosas tienen menos importancia en el “café de máquina” que los vasos. Sin embargo, un buen gestor de puntos de venta es consciente de que es un producto vital dentro del servicio.

Hablamos de un segmento que mueve al año 1.000 millones de envases solo asociados al vending, una cantidad que no das una idea del volumen y la importancia de todo lo que se genera a su alrededor.

Fabricantes y operadores, sabedores de la importancia que juegan los recipientes que se usan en el vending para servir bebidas calientes, prestan gran atención a la evolución de este segmento afectado por la marcha de industrias tan alejadas como el petróleo, base del material que todavía sigue liderando estos productos.

Por las particularidades del sistema y las dificultades propias que presenta un punto de venta automática, los vasos vending constituyen un producto técnico y complicado que influye no solo en sabor final del producto y la satisfacción del cliente, sino en el propio funcionamiento de las máquinas expendedoras, su fiabilidad, su buen funcionamiento.

Existe una industria muy amplia, pero no siempre especializada y este es un detalle muy importante, ya que en la venta automática no sirve cualquier producto por muy similar que pueda parecer o por muchos puntos en común que pueda tener con un canal afín como el Horeca.

Los especialistas en la fabricación y distribución de este tipo de consumibles lo tienen muy claro, además de coincidir en que el “mercado del vending no es fácil”. Siempre lo más recomendable es que el vaso esté pensado 100% para su distribución de bebidas dentro del vending, complicando si cabe aún más el diseño de este producto que debe adaptarse en cierta medida a la diversidad de fabricantes de máquinas que hay en el mercado.

El objetivo principal de las empresas que diseñan vasos para el vending es lograr un modelo totalmente fiable en cualquier circunstancia, “algo difícil pero no misión imposible. Hay varios factores determinantes que a veces y para el operador que se inicia en el negocio no es fácil apreciar. Es el caso del propio origen de la materia prima, el ramaje (GSM), los detalles del rebordeado, la “conicidad”, el diámetro de la base, etc. “No todos los vasos son iguales aunque a los ojos lo pueda parecer.

No existen, por tanto, demasiados fabricantes especializados en el desarrollo de recipientes exclusivos para el vending, por eso los que hay tienen monopolizado casi todo el mercado en nuestro país, repartiéndose entre varias marcas que, en términos generales, evolucionan hacia objetivos y resultados muy parecidos.

Buscando los acuerdos y los puntos en común de las diferentes empresas con las que hemos contactado para realizar este reportaje, sin duda, el futuro de esta industria pasa por adaptarse a las modas y tener muy controlada la materia prima con la que se fabrican. En este sentido y para un 2017 que se presenta interesante en cuanto a nuevos materiales empleados, la tendencia hacia vasos más grandes y materiales como el papel monopolizan gran parte de las novedades.

Una de las grandes empresas muy presentes en este mercado y que en los últimos años ha introducido grandes avances es Huhtamaki, conocedores de los cambios que está experimentando el canal tanto por la aportación de las nuevas tecnologías como por la atención que los fabricantes prestan a las necesidades de los clientes que, en el ámbito de las bebidas calientes, se enfocan hacia “la personalización del café en la propia máquina por parte del usuario”.

“En términos de packaging, otra de las tendencias es la utilización cada vez mayor de vasos de papel en general y en concreto de los tamaños más grandes, superiores a los 200 ml de capacidad. De esta manera, los operadores pueden ampliar su oferta dando una respuesta a la demanda de los consumidores que buscan una experiencia diferente a través del consumo de café, disponiendo de una amplia carta de productos”, remarcan desde la empresa.

La industria del vending ha querido equipararse en cierta manera con el Horeca y las nuevas corrientes y marcas ligadas al café que ofrecen una variedad mucho mayor que típico café solo o con leche que vamos a encontrar en una expendedora. No solo entran en escenas conceptos como el ‘coffee to go’, ese café enorme que se pide por la mañana temprano y que nos acompaña camino al trabajo y en el propio trabajo, sino también los preparados con nata y otros ingredientes que hacen necesario un espacio mayor para saborearlos.

Ya sea por los gustos de los más que mencionados “millenials” o simplemente porque son una moda, estos preparados elaborados y que se personalizan han llegado a las expendedoras nuevas que ofrecen estas líneas de vasos preparadas para servir bebidas de hasta 200 mililitros o más.

La percepción que el consumidor tiene de los productos varía según criterios tan heterogéneos como el color, el olor o incluso el modo en el que se presentan. En la alimentación y las bebidas es evidente y por eso el continente tiene mucho más peso del que imaginamos. No todos los operadores lo tienen en cuenta y el rendimiento de una máquina puede variar de manera sustancial si se consideran estas características que parecen tan simples.

Un buen diseño, con la utilización de los materiales adecuados es capaz de modificar el sabor del producto final, pero además incluye en esas pequeñas variables subjetivas que utiliza el consumidor para formarse una opinión del productos.

Cuando hablamos de café, los especialistas van más allá y a toda la cadena que influye en la calidad final del producto también se incluye el recipiente en el que se sirve, su diseño y su material que contribuyen de laguna manera a conservar y favorecer determinados aspectos y, por supuesto, la experiencia de degustación.

Tanto es así que hay estudios que incluso han demostrado que el color de la taza influye en la percepción del sabor del café por ese efecto psicológico que puede tener en el cliente.

Muy similar al acercamiento que hacen desde Huhtamaki a la tendencia actual en el diseño y desarrollo de vasos para el vending la realizan desde Flo. “El sector del vending está experimentado grandes cambios, transformaciones impuestas por los nuevos deseos de los consumidores. Hoy en día demanda productos de más calidad que van desde el café espresso a las bebidas premium, más elaboradas y sabrosas”.

Los vasos tienen que adaptarse a estas exigencias y el resultado ha sido una taza como la SC Deco, rompiendo con las líneas tradicionales de los vasos para el vending al partir de un vaso de cerámica en su diseño para tener como resultado un caso en estética y forma muy parecido, solo que sin asa. “Gracias a este nuevo diseño, la percepción de la calidad del café aumenta”. Se aportan nuevas texturas a lo largo del cuerpo, en concreto tres, con lo que también a la vista cambia totalmente la imagen del vaso que se presentó en Italia a inicios del pasado año y que en nuestro país se está haciendo este mes de febrero.

A esta novedad se suma la gama ‘Grafitti’, una línea de nuevo diseño que incorpora colores más actuales y que se dirige a un público más joven. La compañía ha optado por crear una línea de vasos dirigido al mercado premium. Barrier Milano es la alternativa, un vaso de papel de 35 cl que se comercializa sobre todo para el OCS. Con una textura suave y producido por Benders UK apuesta por la diferenciación y ofrece una salida al operador que trabaja estos segmentos de negocio y potencia la experiencia sensorial en el ese momento break que aporta el café en el trabajo.

No ha sido fácil para esta marca introducirse en nuestro país. Como nos describe Erika Simonazzi, responsable de marketing de la compañía, “en cada país nos encontramos con gustos muy distintos” y en el caso de España “ha sido muy difícil para nosotros introducirnos ya que las opciones low cost dejaban poco espacios a las demás”.

Las posibilidades han llegado gracias un catálogo amplio y también a que el propio mercado de vending español está virando hacia otras opciones, es decir, no solo importa que el vaso sea barato. Entran en juego nuevas implicaciones que van en beneficio de la diversidad y también de la calidad.

Vaso de papel, bondades vs problemas

Uno de los grandes retos de la industria de los vasos en el vending es el material que se emplea en su elaboración. La industria se debate entre lo que es más barato, lo que es mejor para el canal y las nuevas imposiciones que llegan vía legislación o vía exigencias del consumidor.

A grandes rasgos tres han sido las líneas que ha seguido esta industria: el plástico poliestireno (PS) para vasos ligeros y baratos pero poco fiables a altas temperaturas y muy contaminantes; el polipropileno (PP), ligero y más resistente que además ha pasado a ser un plástico reciclable, y el papel o cartón, un material de moda que se utiliza por capas para la elaboración de los vasos, más ecológico, aunque también algo más caro.

Todo hace pensar que la evolución debe desembocar en este último material, pero no todos los expertos están de acuerdo en exaltar sus características porque también tiene un lado menos positivo que no siempre se menciona. De todos modos es la tendencia actual, y los fabricantes hace años que apostaron por ello, está en continuo crecimiento aunque aún lejos del plástico.

El papel puede dar la sensación de que es la alternativa más ecológica “pero hay mucho que discutir ya que el caso de papel también tiene PE y muchas veces es difícil de separar” por lo que encarece la recuperación del material. “El plástico con políticas correctas de reciclaje es una opción” adecuada para una industria en la que se consumen millones de recipientes al año, sin embargo, ¿existen esas políticas adecuadas y esa implicación por parte de los principales agentes?

“Aunque los vasos de plástico siguen copando gran parte del packaging en el sector vending, el papel va adquiriendo cada vez más protagonismo teniendo en cuenta que las exigencias de los consumidores finales cambian constantemente y van evolucionando hacia un consumo más responsable, más personalizado y sensorial”, señalan desde Huhtamaki.
El vaso de papel es más térmico comparado con el de plástico y “está en línea con las tendencias del mercado en el que la apuesta por el papel en el packaging es cada vez mayor por parte del operador”.

La introducción del papel no es solo una moda o una respuesta a legislaciones más restrictivas, también “hablamos de la implicación que ello supone para las empresas en términos de Responsabilidad Social Corporativa, imagen de marca y la propia reputación de las compañías operadoras”, tal y como detallan.

En este caso, una compañía como Huhtamaki cuenta con el logo PEFC que certifica que los vasos están fabricados con papel procedente de bosques sostenibles, “todo ello para asegurar una gama de vasos de papel más completa y mejor adaptada tanto al segmento de vending automático como al de OCS”.

Aunque la gama es muy variada dentro de los envases de papel, Huhtamaki cuenta además con la línea Bioware, “vasos de papel con un peliculado de biopolímero siendo totalmente biodegradables y compostables industrialmente según la norma EN13432”.

Pero los contras al papel los encontramos igualmente en las máquinas. Los de plástico, siguen siendo vasos más seguro gracias a que tienen esa “memoria” que les permite recuperar la forma mientras que en el papel “una mala manipulación propicia que no funcionen en máquina”, apuntan los especialistas.

Aquí llegamos a la capacidad y el rendimiento. Al ser un producto más caro, el papel requiere que también se encarezca el producto final por consumición para que no sea el gestor del punto de venta el que tenga que asumir solo los costes. Aunque esto puede ser cuestión de tiempo, ya que una materia prima como el plástico se encuentra en “máximos histórico, lo que obliga a los fabricantes de vasos de plástico a repercutir dichos aumentos acortándose la distancia en precio de compra”.

Así desde un punto de vista práctico el plástico puede ser mejor aceptado por el operador debido al precio y la seguridad que aporta en máquinas, pero si además incluimos otros factores como la personalización o la versatilidad del papel para el diseño y el atractivo, las prioridades cambian.

También el material se asocia cada día más a una oferta premium en la máquina expendedora. A veces puede ser solo una cuestión de percepción, como hemos mencionado anteriormente, pero no solo se trata de eso.

En Huhtamaki afirman que “los vasos de papel son una excelente solución para el café on-the-go, gracias al aislamiento proporcionado por el papel versus el plástico, que mantiene el café caliente durante más tiempo y preserva el sabor y los aromas del mismo”. Mientras que su oferta premium se circunscriben a los vasos de “double wall” fabricados localmente en Nules. “Son una opción que nuestros clientes pueden aprovechar para diferenciarse de la competencia y ofrecer al consumidor una mejor experiencia a través del confort durante el consumo, siendo más térmico que los vasos single wall. Considerando las nuevas tendencias del mercado vending, esta solución de packaging para bebidas calientes responde a la demanda de experiencias sensoriales y personalización por parte del consumidor final”.

En el caso de Flo, la línea de producto más orientada hacia la protección del medio ambiente ha llegado con ‘hybrid’, con el que se emite menos CO2 que con el plástico tradicional y sigue centrándose en el plástico como materia prima principal, evitando los problemas derivados del cartón. Está elaborado a base de PS y sales minerales que aportan una mayor fiabilidad que solo el poliestireno.

Flo se ha servido de las competencias y la experiencia de DNV Business Assurance, compañía independiente del grupo DNV (Det Norske Veritas), Líder en el sector de las certificaciones y en la verificación de las emisiones de gases de efecto invernadero, para la cuantificación de las emisiones de CO2 generadas por el nuevo producto, es decir, su "huella de carbono”.

Se ha constatado que utilizar Hybrid en lugar del vaso tradicional supone una reducción de las emisiones de CO2 a la atmósfera de un 25%. Así lo indican las investigaciones realizadas por DNV Business Assurance, en las que se ha evaluado el impacto medioambiental de Hybrid durante su ciclo de vida, desde la producción de materias primas y la distribución del producto hasta su comercialización.

No solo la elección del material es importante a la hora de reducir el impacto medioambiental que tienen estos 1.000 millones de vasos que se ponen en el mercado todos los años. “Tenemos que trabajar en el diseño para reducir el peso sin restarle fiabilidad o mejorando la eficiencia en general en el proceso de fabricación, reducción el consumo de energía o mejorando la logística”, apuntan desde Flo.

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