La industria alimentaria no podría soportar un nuevo paro del transporte

HOSTELVENDING.COM 30/06/2022.- Diferentes organizaciones agrarias, junto a asociaciones como Hostelería de España y Marcas de Restauración, trasladan de forma colectiva la preocupación de las nefastas consecuencias que un nuevo paro podría tener sobre las empresas de la industria y sobre los propios consumidores.

Tras las continuas huelgas en el sector del transporte y sus respectivas consecuencias, organizaciones agrarias como ASAJA, COAG y UPA; asociaciones empresariales como AECOC, Marcas de Restauración, Hostelería de España, FIAB, ASEDAS, ACES, ANGED, CEDECARNE y FEDEPESCA; y cooperativas agroalimentarias, han querido poner en común las preocupaciones respecto a la cadena agroalimentaria. Esta no podría permitirse otro paro en el sector de transporte por carretera.

Esta preocupación unísona se enmarca en la posibilidad de avivarse estos incidentes que causaron problemas en la cadena de suministro de productos básicos de alimentación en marzo de este año. Frente a ello, productores, distribuidores y proveedores muestran inquietud por las graves consecuencias que un nuevo bloqueo podría originar a las empresas, pero también al usuario final.

El cierre eventual de los puntos de venta, la presión sobre las empresas operadoras y distribuidoras, y la dificultad para retomar con rapidez el ritmo del suministro son otros de los efectos para la industria española.

Con ello, los representantes firmantes de la cadena alimentaria manifiestan una serie de puntos respecto a la industria y la cadena de abastecimiento; pidiendo al sector transportista que no someta a la sociedad a una nueva amenaza y que tengan en cuenta la difícil situación que vive el sector agroalimentario:

1. La cadena agroalimentaria desarrolla un servicio esencial para abastecer de productos alimentarios a la población. Este carácter esencial, que fue reconocido durante la pandemia, supone garantizar el derecho de los ciudadanos a acceder permanentemente a este servicio público, y de los operadores a prestarlo bajo cualquier contexto.
2. Durante estas semanas, el grupo productor agrario se halla en plena campaña de fruta de verano. La mayoría de la producción española exporta a mercados internacionales. El hecho de no poder responder a la demanda, de forma reiterada, supondría una pérdida de prestigio para el sector productor español, y por ende, en la pérdida de países exportadores de estos productos. A ello se suma la pérdida de gran parte de la producción de alimentos perecederos, como la fruta.

3. La eficiencia de la cadena implica los productos frescos lleguen del campo a la mesa en 24 horas, a veces menos. En la práctica, este hecho significa que apenas existe capacidad de almacenamiento, y en cuanto a productos perecederos se refiere, la imposibilidad de transportarlos supondría grandes pérdidas de producto. En última instancia pero no menos importante, todo ello se traduce en el desperdicio alimentario, uno de los mayores males de nuestro país en cuanto a medio ambiente.

4. La industria alimentaria puede sufrir paros en su actividad si los productos básicos no llegan a las fábricas, y de igual forma, anotar enormes costes de la conservación de los alimentos o de su pérdida. La recuperación de la actividad normal podría durar varias semanas.

5. En lo que concierne a sectores como la distribución automática, tendrían que volver a hacer un esfuerzo extra para redistribuir estos alimentos en los puntos de venta, y reorganizar el surtido disponible para que no se produzcan roturas de stock.

6. Tras hacer frente a diferentes crisis como la causada por la Covid-19, el abastecimiento de la hostelería, la restauración, la distribución automática y el turismo puede verse nuevamente amenazado y, por tanto, sus negocios en plena campaña de verano.

7. Tal y como recoge AECOC, incluso cuando el producto no pueda salir de las cooperativas, “almacenistas de origen, lonjas, de las industrias o de las plataformas logísticas y todos los operadores de la cadena deben hacer frente al pago de salarios, cotizaciones, impuestos, inputs agrícolas y ganaderos, mantenimiento de sistemas de frío, etc., con pérdidas económicas millonarias”.
   
   Con todos estos datos encima de la mesa, resulta evidente que un nuevo bloqueo en el transporte podría generar significativas pérdidas para muchos operadores del sector, que están soportando a duras penas una coyuntura económica y geopolítica sin precedentes. 

Descarga el último número
de nuestra revista