Cerco europeo al agua embotellada; las fuentes de agua ¿las grandes beneficiadas?

Baleares prohibirá la venta de agua embotellada en edificios públicos

HOSTELVENDING.com 09/05/2018.- Mucho estamos hablando en los últimos tiempos de las fórmulas de acceso al agua, su relación con la venta automática y los posibles beneficios que pueden tener las empresas que comercializan fuentes de agua.

Y es que las corrientes reguladoras también han puesto el foco en este preciado bien y la forma en la que se comercializa. El enfrentamiento está servido entre el agua embotellada y la que obtenemos de la red pública, con un claro apoyo a esta última de las instituciones.

Se está señalando a las empresas que la extraen y la embotellan en detrimento de una fórmula que se defiende como más barata y más justa para propiciar que todos los consumidores tengan la oportunidad de llegar a ella y hacerlo gratis.

Hemos visto como Baleares o la Comunidad Valenciana se encuentran inmersas en un procesos de desarrollo legislativo para prohibir la venta de agua en botella en los edificios públicos o Andalucía ha impulsado una Ley de Promoción de Vida Saludable en la que obliga a los establecimientos de hostelería a ofrecer agua gratis a sus clientes o las empresas de vending a instalar fuentes junto a las expendedoras.

Son todos ellos ejemplos que responden, por un lado, a la intención de reducir los envases y la contaminación a través del plástico de un solo uso y, por otro, a avanzar en ese acceso gratuito al agua de las personas como un derecho básico que además contribuye a una alimentación saludable.

Pero ya podemos advertir que no es una moda y que va a ser una imposición de aquí a los próximos años no solo en España sino en toda Europa.

Órdenes de Europa

Echamos la vista unos meses atrás y nos encontramos con dos acciones concretas de la Comisión Europea que van a marcar el ritmo en este sentido. En primer lugar hay que tener como referencia la revisión de la Directiva de aguas destinadas al consumo humano y, en segundo lugar, la estrategia europea sobre plásticos adoptada el pasado enero en Estrasburgo.

La revisión propuesta para la Directiva de aguas para consumo se presentó en febrero y su principal objetivo es garantizar este derecho. La propuesta pretende fortalecer a los consumidores velando por que los distribuidores de agua les ofrezcan información más clara con relación al consumo, el análisis de costes y el precio por litro, de forma que sea posible realizar una comparación con el precio del agua embotellada.

Además se muestra como una apoyo para contribuir a los objetivos medioambientales de reducir el uso innecesario de plástico y de limitar la huella de carbono de la UE, así como a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

El vicepresidente primero de la CE, Frans Timmermans, ha declarado: “Los ciudadanos se han pronunciado alto y claro mediante la iniciativa ciudadana europea, instando a la acción para garantizar el acceso al agua potable y segura. Hemos escuchado con atención su petición y hemos llevado a cabo un análisis detallado de la legislación actual”.

El vicepresidente Jyrki Katainen, responsable de crecimiento, empleo, inversión y competitividad ha afirmado: «Mediante esta propuesta, facilitamos la transición hacia una economía circular, al ayudar a los Estados miembros a que gestionen el agua potable optimizando los recursos. Ello implica reducir el uso de energía y la pérdida innecesaria de agua. Gracias a una mayor transparencia, también se dará mayor poder a los consumidores y se les animará a optar por alternativas más sostenibles, como por ejemplo, el agua del grifo”.

Sin ningún tipo de tabú, los políticos europeos apoyan abiertamente el consumo del agua del grifo en contraposición al agua embotellada, señalando a esta última directamente, al agua y a la industria relacionada con ella.

Las nuevas normas requerirán que los Estados miembros mejoren el acceso para todas las personas, especialmente en el caso de los grupos vulnerables y marginados, que actualmente tienen dificultades para disponer de agua potable. En la práctica, esto supone instalar el material necesario para ofrecer agua potable en los espacios públicos, lanzar campañas para informar a los ciudadanos sobre la calidad del agua, y animar a administraciones y edificios públicos a que ofrezcan acceso a agua potable.

En este último punto están ya muchas administraciones de nuestro país. Sin una legislación nacional al respecto, las comunidades autónomas e incluso algunas ciudades han tomado la delantera y con diferentes motivaciones ya empiezan a orientar sus políticas a tales fines.

Otra modificación importante de la legislación consistirá en ofrecer al público de manera fácil y sencilla (también en línea) información sobre la calidad del agua potable y su suministro en la zona en la que viven, a fin de incrementar su confianza en el agua del grifo. Según las previsiones, las nuevas medidas reducirían los posibles riesgos para la salud vinculados al agua potable de un 4% a menos de un 1%.

Desde el organismo europeo aseguran que reducir el consumo de agua embotellada ayuda a los hogares a “ahorrar más de 600 millones de euros al año”, dinero que dejarán de ingresar las empresas que se dedican a esta industria.

La industria aguarda

En nuestro país existen más de 160 manantiales explotados y gastamos alrededor de 1.000 millones en comprar este tipo de agua, siendo un mercado que crece año tras año a pesar de que ya pagamos impuestos por tener agua en nuestras casas.

La producción en España alcanza, según la Asociación Europea de Aguas Embotelladas (EFBW, en sus siglas inglesas), los 5.331 millones de litros, de los que 4.913 millones el 92%, son minerales naturales, y el resto son consideradas “de manantial” (cuyas características naturales pueden fluctuar) o aguas potables preparadas sin ninguna cualidad particular.

Hay seis multinacionales que controlan la mayor parte del mercado según los datos de la consultora IRI: Font Vella y Lanjarón (Danone), Bezoya (Grupo Leche Pascual), Aquarel (Nestlé), Solan de Cabras (Mahou-San Miguel), Font Natura y Fuente Primavera (del grupo italiano San Benedetto) y Aquabona (Coca-Cola).

Por ahora las manifestaciones ha partido de las alegaciones presentadas a la modificación de la Directiva por parte de la EFBW que ha mostrado su sorpresa por el ataque realizado a la industria, defendiendo que tanto el agua del grifo como el agua embotellada son complementarias y contribuyen a la hidratación de todos los ciudadanos.

También inciden las empresas en que se aportan pocos datos sobre los impactos económicos, sociales y ambientales a los que se hacen referencia, siendo más un brindis al sol que un plan estratégico con objetivos claros.

EFBW está a favor del agua potable de alta calidad para todos los ciudadanos europeos. Los estudios muestran que las personas no beben lo suficiente y no cumplen con las pautas de la EFSA para la ingesta de agua. Para la EFBW, la discriminación contra cualquier fuente de hidratación va en contra del interés de la salud pública.

Por su parte, el líder del mercado en fuentes de aguas, Canaletas, argumenta que aunque la legislación europea no menciona las fuentes de agua explícitamente, hay que tener en cuenta que las diversas iniciativas tanto legislativas como por parte de la sociedad para potenciar el consumo del agua de la red habrán de contar con las fuentes de agua, ya que son estas las que al final ponen a disposición del público un agua fresca, fácilmente accesible y de calidad: "Fresca gracias a sistemas de frío cada vez más eficaces, accesible mediante diferentes formas de accionamiento, tamaños, diseños... y de calidad por los sistemas de filtrado y cumplimiento de normas de seguridad", concluyen desde la compañía.

El impacto medioambiental, el otro frente abierto

La propia revisión de la Directiva hace referencia en multitud de ocasiones en la necesidad de reducir el consumo de agua embotellada por su impacto ambienta. “ Si confían más en el agua del grifo, los ciudadanos también pueden contribuir a reducir los residuos plásticos procedentes del agua embotellada, incluyendo la basura marina. Las botellas de plástico son uno de los artículos de plástico de un solo uso que se encuentran con más frecuencia en las playas europeas. Con la actualización de la Directiva sobre el agua potable, la Comisión da un paso importante en materia legislativa para la aplicación de la IP/18/429 estrategia de la UE en materia de plásticos, anunciada el 16 de enero de 2018”.

Una mejor gestión del agua potable en los Estados miembros evitará la pérdida innecesaria de agua y contribuirá a reducir la huella de CO2. Así pues, la propuesta supondrá una contribución importante para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 (Objetivo 6) y los objetivos del Acuerdo de París sobre el cambio climático.

A esto se suma la primera estrategia europea sobre los plásticos a la que hemos hecho referencia antes. En virtud de los nuevos planes, todos los envases de plástico del mercado de la UE serán reciclables para 2030, el consumo de plásticos de un solo uso se reducirá y se restringirá el uso intencional de microplásticos.

Lo estamos viendo reflejado en las normativas autonómicas orientadas a la eliminación de los vasos de plástico y las cápsulas que tan pendientes tienen a unas industrias como el vending o la propia hostelería y foodservice.

En este caso no se habla tanto de acabar con los plásticos y prohibir el consumo de agua embotellada, sino en la necesidad de que estos envases respondan a las nuevas políticas de reciclaje y reutilización. En esto se están esforzando las empresas en los últimos años apostando por la inclusión cada vez mayor de PET reciclado.

Cada año, los europeos generamos 25 millones de toneladas de residuos de plástico, pero menos del 30 % se recoge para ser reciclado. En todo el mundo, el plástico representa el 85 % de los residuos en las playas.

¿Cómo afectará al vending?

Es complicado calibrar el alcance que van a tener las medidas ya anunciadas en nuestro país. Es más, ni las empresas de fuentes de agua, ni el propio sector del vending, saben aún cómo van a asumir la nueva situación que se presenta inminente en Andalucía.

Sin embargo, lo que está claro es que el agua es uno de los productos más buscados en las máquinas expendedoras, pero si el acceso gratuito se hace obligatorio, lo lógico sería que el consumo cayese y con el los ingresos de las empresas operadoras por este concepto.

Hasta ahora empresas de fuentes de agua se habían beneficiado del aumento de consumo en los hogares y los centros de trabajo. “Ya ninguna empresa se cuestiona si tener una fuente de agua de calidad para sus empleados o no; se trata de un servicio que todas demandan sin dudar”, señala el consejero corporativo de Acquajet España, Borja Fal-Conde. Y pueden serguir siendo las más beneficiadas frente a las embotelladoras, sobre todo, si además de a los espacios públicos se asocian a los establecimientos de hostelería.

Habrá que estar atentos a los datos globales de los próximos años puesto que será difícil que se repitan números como los que daba a conocer Nielsen el pasado año y que atribuían una facturación de 1.689 millones de euros a las empresas que venden agua mineral. Por canales, el retail es el mayor beneficiado con un ascenso del 5,3% con respecto al año anterior y un valor que ha superado el 6,5%.

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