Código rojo en la distribución automática, no es un simulacro

HOSTELVENDING.COM 15/12/2020.- Desde la CONFIDA señalan que el teletrabajo es uno de los factores que provoca que el vending pierda hasta el 50% de sus ingresos. Frente a ello, demanda respaldo por parte del Estado, hasta ahora, impasible con el sector.
Pese a sus continuos esfuerzos y reinvenciones, el vending sigue en números rojos. En la primera mitad del 2020, el consumo del café ya cayó en la distribución automática un -27,51%; el consumo de agua un -43% y las bebidas frías y refrescos un -46%, tal y como expone la Asociación Italiana de la Distribución Automática. Unas cifras que se agravan en los meses de otoño, coincidiendo con la segunda ola de la pandemia y, en el caso italiano, con el decreto DPCM, donde el vending perdió la mitad de sus ingresos.
Como decíamos hace tiempo, la distribución automática es siempre la gran olvidada por parte de las administraciones públicas. Ante esta falta de ayudas y apoyo estatal, no en vano, Massimo Trapletti, presidente de la Asociación, pide al Gobierno que se comprometa a tomar medidas a favor del sector.
El tiempo apremia y la facturación sigue cayendo. En Bérgamo, por ejemplo, una de las ciudadnes más representativas del sector de las máquinas automáticas, con gigantes como Evoca, IVS o Bianchi Industry, sufre un momento de agitación con el nuevo colapso de las ventas en un 50%.
"Hemos sido puestos a prueba por las restricciones debidas a la emergencia sanitaria, pero también hemos sido excluidos de los decretos de ‘Restauración’ con la excusa de que nuestra actividad no se ha detenido; perdiendo, sin embargo, el 50% del volumen de negocios”, subraya Trapletti.
El smartworking, ¿amenaza u oportunidad para la distribución automática?
Si bien la industria experimentó una cierta recuperación tras alcanzar sus pérdidas más duras -hablamos de hasta el 70% de su facturación total- en abril, lo cierto es que octubre vuelve a marcar un punto de inflexión y provoca nuevas caídas que, desde CONFIDA relacionan a factores como el smartworking o teletrabajo, el aprendizaje a distancia y las restricciones en los desplazamientos y viajes. Todo ello ha provocado la disminución de las expendedoras en todos estos espacios: una pérdida progresiva que Trapletti resume en un 33,79% a un periódico de Bérgamo.
“Los Dpcm emitidos a partir de octubre -señala el presidente- no prohíben el funcionamiento de las máquinas expendedoras, pero introducen el smartworking para la administración pública y las oficinas privadas, la educación a distancia para escuelas y universidades; prohíben las visitas de familiares en hospitales y centros de salud”. Es decir, que si bien no son unas medidas que inciden directamente contra el vending porque continúan en funcionamiento, sus consecuencias son letales para las ventas. De nada sirve que se mantengan activas si no tienen consumidores a los que dar servicio.
A esto se suma las continuas tasas estatales y las concesiones que se les aplica a las expendedoras. Por ello, una de las demandas principales hacia el Gobierno es la reducción del IVA, así como otro tipo de ayudas de recuperación como a otros sectores que se han visto afectados por esta situación sin precedentes.