El precio de los equipos y las comisiones bancarias, los obstáculos del cashless para las empresas operadoras de vending

HOSTELVENDING.com 22/05/2014.- Las empresas de medios de pago tienen clara la evolución de los sistemas hacia plataformas integrales que puedan incluir más de uno y de dos métodos para la compra en expendedoras. Ensalzan sus virtudes, su capacidad para generar más satisfacción entre los clientes y aumentar las ventas, pero ¿qué piensa el operador?
El gestor del parque de máquinas es quien tiene la última palabra para elegir el sistema que quiere en sus equipos y no siempre coincide ni con las tendencias ni con la visión que tienen los fabricantes. En el caso de los sistemas cashless aún hay cierta distancia entre unos y otros aunque lo cierto es que cada vez es menor porque el mercado así lo exige.
Queremos saber qué quieren los operadores, a qué dificultades se enfrentan y cuáles son los beneficios reales que obtienen de un cambio que requiere una inversión nada baladí. Hemos hablado con Francesc Finestra Mascarella, director comercial de Mascarella Vending, una empresa con más de 20 años de experiencia en el sector que apuesta por la calidad en el servicio.
Cuando hablamos de cashless, como bien nos recuerda Francesc, es necesario diferenciar entre los sistemas que normalmente encontramos en las empresas, en el vending cautivo, y los que se destinan a los lugares públicos. Por un lado, están los llaveros y las tarjetas diseñadas para la comodidad del trabajador que hace uso regular de la máquina y, por otro, los métodos que podemos encontrar en cualquier tienda para realizar compras a través de tarjeta de crédito o pago con teléfono móvil, monedero electrónico, etc.
"En cualquiera de los casos es beneficioso para el usuario pues le da más opciones para el pago del servicio lo cual aumenta la comodidad y permite reducir la cantidad de monedas que llevamos en los bolsillos. Sin olvidar que en caso de una avería del monedero permite la obtención del producto lo cual beneficia al usuario y al operador", señala.
Pero también hay obstáculos para su implementación y estos Francesc los identifica en el precio de los equipos y su instalación y el principal, la comisión que incrementa el coste de consumición para el operador. "En los precios a que nos vemos obligados a trabajar en las empresas operadoras, no nos permite ofrecer este servicio pues prácticamente se llevaría nuestro beneficio. Sería necesario que las entidades bancarias entendieran que trabajamos con un alto volumen pero con un margen de beneficio muy pequeño que no nos permite asumir ese coste", reivindica el director comercial.
A pesar de que la legislación europea se mueve y ya ha fijado límites para el cobro en las tasas que ahora deberán imponer los Estados miembros, todavía está lejos de las opciones que se ofrecen en otros lugares del mundo.
Estos costes no son los únicos. Como especifica Francesc lo primero está en la inversión que requiere su instalación. "En primer lugar, hemos de tener claro que nos encontramos en un escenario de crisis, provocado principalmente por la falta de financiación bancaria. Esto provoca que la mayoría de empresas no puedan ni plantearse afrontar esta inversión , y en segundo lugar y no menos importante, es que los operadores tenemos la sensación que debido a la diversidad de marcas y protocolos de comunicación -lenguaje de las marcas- existentes, los fabricantes aún no han encontrado una solución estandarizada sencilla de aplicar a todo el parque y que no provoque dificultades en la gestión".
Ante la pregunta de si está el público, el cliente potencial, preparado para estas innovaciones en el vending, lo tiene claro "cada vez más". Aunque es verdad que todavía "existe una desconfianza por parte de todos en qué se va a hacer con nuestra información y ésta es necesaria para utilizar la mayoría de sistemas. Piensa por un momento que estamos en el siglo XXI y mientras existen sistemas tan avanzados como el de reconocimiento de retina o digitales aún llevamos un montón de pedazos de metal en forma de llaves en el bolsillo".
La búsqueda de más rentabilidad está detrás de aquellos más aventureros que ya han apostado por la tecnología más avanzada. Y es que aunque "en el vending cautivo es poco apreciable" el incremento de las recaudaciones, "en el público puede llegar hasta el 20%", sin ser esta "una media fija pues en el vending público las variaciones de recaudación son más acusadas".
En cuanto a la adaptación del parque de máquinas al nuevo billete de 10 euros, el colectivo de operadores a pesar de verse obligado a actualizar sus máquinas opta por recibir de manera positiva cualquier cambio que vaya encaminado a mejorar la seguridad. "Son eficaces en cuando a la disminución del fraude, pero "ayudaría mucho que el banco Europeo tuviera conciencia clara de la magnitud del problema que nos provoca cuando cambia el formato de un billete o moneda, pues esto nos genera unos costes a las empresas que en ningún caso nos son compensados. Nuestras asociaciones deberían tener más peso y ser escuchadas o consultadas antes de hacer cambios".
Sobre si el sector estará totalmente preparado para la introducción del billete en septiembre de este año, Francesc confía en que "un porcentaje elevado" sí lo consiga, un proceso que no se alarga mucho en el tiempo.