El vending saludable en… Portugal

HOSTELVENDING.com 28/03/2017.- Seguimos nuestro recorrido por la regulación y la situación en la que encontramos un concepto como el vending saludable a lo largo de Europa.
La parada la realizamos en Portugal, un país cuya reglamentación ha cambiado de manera muy importante en el último año, como os hemos venido contando desde Hostelvending.
El año pasado el Ministerio de Salud tomó la determinación de intervenir directamente en la oferta alimentaria de las expendedoras como una medida complementaria para combatir los problemas de obesidad y salud que afectan a la población.
Directamente se regula lo que se puede y no se puede incluir en una máquina de vending, eso sí, restringiendo su aplicación a determinados lugares, como es el caso del ámbito público de la salud.
No solo se prohiben, por tanto, determinados alimentos y bebidas, sino que además se obliga a que en la oferta se incluyan agua embotellada, leche desnatadas, yogures bajos en grasa, pan integral, zumos, fruta fresca, embutidos bajos en sal y grasa o frutos secos.
La medida complementa la prohibición que se impuso en el año 2012 para la venta de determinados productos en los centros escolares.
La actualización entró en vigor en septiembre del pasado año y se ha hecho efectiva seis meses después, el plazo dado para que las empresas se adaptaran a los nuevos requisitos y se elaboraran los nuevos contratos del sector público teniendo en cuenta estas indicaciones.
Se establece claramente las cantidades de sal, grasas o azúcares que diferencia un producto sano de otro que no lo es, poniendo especial detalle en los formatos.
Así por ejemplo se eliminan opciones como los pasteles, los bocadillos de embutido, los sandwiches con ketchup o mayonesa, los refrescos, caramelos, postres como el morse de chocolate o la crema de leche o los propios snacks de chocolate.
También se limita el uso de azúcar en las máquinas de bebidas calientes hasta un máximo de 5 gramos por servicio.
Por su parte, se recomienda la sustitución por alimentos como leche baja en grasas, zumos sin azúcares añadidos, pan integral, gruta fresca y otros productos frescos cuya principal característica sea su escaso contenido en grasas saturadas.
Con esta normativa, Portugal se ha convertido en uno de los países más restrictivos en cuanto a oferta alimentaria de Europa, una situación que aún no ha tenido una repercusión directa en la venta de máquinas expendedoras si tenemos en cuanta los datos del acumulado de 2016.
Aunque será este año cuando pueda hacerse una aproximación más cercana a las consecuencias que tiene no solo en los fabricantes, sino en el operador que es quien finalmente tiene que rentabilizar estas limitaciones.