En vending no hay presciptor: Cuando el producto en sí mismo es el mejor vendedor

HOSTELVENDING.COM - 25/03/2025.- Mucha gente sigue pensando en el 'sándwich de máquina' como algo de baja calidad, pero en realidad, detrás de cada producto hay un proceso complejo de producción, investigación y control de calidad".
Diversidad, innovación y alimentación saludable. Hace años, quizás, nuestra primera imagen al pensar en estos adjetivos fuera un restaurante tradicional; pero ahora, es la restauración automática la que aúna estos conceptos, demostrando diariamente que un producto fresco y versátil no solo es posible en las máquinas, sino que, además, suele reunir, incluso, características más estrictas que en cualquier otro modelo.
Y no podemos mencionar a las máquinas automáticas sin hablar del sándwich, su producto por antonomasia. Al igual que el sector, el sándwich ha cargado con el peso de un producto de mala calidad durante mucho tiempo; pero ha sido en los últimos años cuando ha roto con su sambenito: Ahora, el usuario promedio lo ve como una gran opción -claro que, para ello, debe encontrar en este, ingredientes de calidad, frescos y nutricionales-. Y si hay una compañía que ejemplifica mejor esta evolución, esa es Ñaming.
Así, la compañía se ha consolidado como el mayor obrador de sándwiches de España, con una producción diaria que supera las 200.000 unidades. Una empresa muy ligada al unattended que ha sabido redefinir el concepto de Casual Food, apostando por un producto fresco, listo para consumir y sin necesidad de calentar.
De los pinchos en Bilbao al liderazgo nacional
Lo que hoy conocemos como Ñaming nació en 1990 en Bilbao, y su propósito inicial distaba mucho de la gran estructura que tiene actualmente. "La idea de mi padre, cuando montó la empresa, era fabricar pinchos para los bares de Bilbao", comenta Jorge Miranda, director de Ñaming, a Toni Romero, CEO de Vending El Cafetó. "Las cocinas de los bares eran difíciles de gestionar, así que quisimos centralizar la producción y servir los productos cada mañana temprano".
Sin embargo, la empresa giró hacia el vending: "En uno de sus viajes, mi padre vio un sándwich envasado en Barcelona y pensó: ‘esto podríamos hacerlo en nuestro obrador’", recuerda Miranda. Fue así como nació una nueva línea de negocio, que no tardó en captar la atención de un sector en plena expansión: el vending. "Los primeros sándwiches que elaboramos en Ñaming fueron para máquinas expendedoras refrigeradas, y desde entonces, el vending ha sido un pilar fundamental para nosotros".
El concepto de Casual Food: una nueva forma de consumir
A día de hoy, Ñaming no solo fabrica sándwiches; también se ha especializado en una gama completa de productos que encajan dentro del concepto de Casual Food. "El Casual Food se basa en tres pilares: productos monorración, listos para consumir y frescos", explica Jorge Miranda. "Hacemos sándwiches, wraps, ensaladas, bagels, yogures y fruta cortada, entre otros productos. Nuestro objetivo es ofrecer una alternativa real a un menú del día para aquellas personas que no pueden sentarse a comer en un restaurante".
En palabras de Miranda, el vending ha dejado de ser un recurso de última opción para convertirse en una solución cómoda y de calidad. "Mucha gente sigue pensando en el 'sándwich de máquina' como algo de baja calidad, pero en realidad, detrás de cada producto hay un proceso complejo de producción, investigación y control de calidad".
De hecho, uno de los grandes retos de la compañía ha sido garantizar la calidad y frescura de sus productos en un entorno donde la vida útil es clave. "Nuestro pan es fundamental", afirma Miranda. "Hemos invertido mucho en I+D para mejorar su densidad, su porosidad y su resiliencia, evitando que se humedezca en exceso o pierda textura".
Pero el proceso no acaba ahí: "Las salsas deben estar bien distribuidas hasta el borde del sándwich, y el corte debe ser perfecto", explica el director de Ñaming. Para ello, utilizan cuchillas de ultrasonidos que garantizan un corte limpio, sin residuos ni alteraciones en la estructura del producto. "Todo esto suma detalles que el consumidor no ve, pero que marcan la diferencia a la hora de comer un sándwich de calidad".
Además, la empresa ha desarrollado un sistema de envasado en atmósfera controlada, un avance que permite que los productos se mantengan frescos durante más tiempo sin necesidad de conservantes artificiales.
Un packaging que vende por sí solo
Otro de los factores clave en la evolución de Ñaming ha sido el diseño del packaging. "En el vending no hay un prescriptor que te recomiende un producto, así que el propio producto tiene que ser capaz de vender", señala Miranda. Por eso, la compañía ha apostado por un diseño atractivo y llamativo, con colores vivos y una imagen fresca. "Hemos incorporado rostros humanos en los envases para dar personalidad al producto y mostrar que detrás de cada sándwich hay un equipo de personas trabajando con mimo y dedicación".
Con un crecimiento superior al 10% anual, Ñaming sigue ampliando su capacidad de producción y explorando nuevas oportunidades en el sector. "Cada año crece la demanda de productos frescos, equilibrados y listos para consumir. La clave está en seguir innovando y ofreciendo calidad para que el consumidor perciba que el vending puede ser mucho más que una opción de última hora", concluye Jorge Miranda.