Epidemiólogos españoles piden en un informe impuestos que graven las bebidas azucaradas

HOSTELVENDING.com 30/11/2017.- Si hace solo unos días hablábamos de la intención del Ministerio de Sanidad de lograr el compromiso de las empresas para reducir de manera paulatina el contenido de azúcar de los productos sin cargarlas con nuevos impuestos, hoy conocemos un informe elaborado por la Sociedad Española de Epidemiología y dirigido al Gobierno en el que “recomienda” aumentar el precio de las bebidas azucaradas.
El colectivo se apoya en la recomendación realizada por la Organización Mundial de la Salud en la que se animaba a todos los países a legislar en este sentido para lograr reducir el consumo de este tipo de productos e invertir lo recaudado en la investigación y desarrollo de productos más saludables o programas para la prevención de la obesidad.
La Asociación apunta a un incremento del 20% del precio para lograr desincentivar a la población en el momento de la compra. “Está ampliamente demostrado que el consumo de bebidas azucaradas es uno de los principales factores causantes de la epidemia de obesidad, tanto en población adulta como infantil. Por el gran impacto económico y social de este problema de salud pública parece recomendable adoptar medidas para reducir su consumo por parte de la población”, remarcan en el informe.
El gravamen de las bebidas “debería ir en consonancia con la cantidad de azúcar que contengan para incentivar a la industria a reformular sus productos” y también acompañada de una importante inversión “en subvenciones para la reducción del precio de alimentos más saludables como por ejemplo las frutas y verduras” proveniente de esa recaudación extra que se lograría.
Por tanto, no solo se trataría de aumentar su coste sino de configurar políticas integrales financiadas con esas tasas para prevenir o tratar la obesidad, además de modificar determinados aspectos como el etiquetado o la publicidad para seguir trabajando la concienciación de la población.
Según los datos aportados, el 60% de los españoles sufren sobrepeso u obesidad, siendo especialmente preocupante en población infantil, puesto que afecta a un 8% de las niñas y un 13% de los niños.
Nuestro país es el segundo de Europa con más personas obesas y se estima que el coste del tratamiento de la obesidad en España en el año 2012 fue el 7% del gasto sanitario anual, alrededor de 5.000 millones de euros.
En una concepción un tanto simplista, el Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Epidemiología asocia directamente estos problemas con el consumo de bebidas azucaradas, englobando en ellas refrescos, bebidas deportivas, bebidas energéticas y zumos de frutas industriales.
Se aporta el siguiente dato extraído del informe Mercasa: “En nuestro país, en 2013, se consumieron 1.526 millones de litros de bebidas azucarada, aproximadamente 34 litros por persona, observándose el mayor consumo en hogares con niños de 6 a 15 años”.
Además en el informe se aportan ejemplos en los que esta aplicación de tasas ha funcionado. En México se adoptó un impuesto concreto en 2014 del 10% sobre el precio de compra y el resultado fue de una disminución de la compra de este tipo de bebidas del 12% en tan solo un año. También se hace referencia a las experiencias con otros productos como el alcohol y el tabaco.
Finalmente se aporta una tabla para rebatir los principales argumentos que se esgrimen para defender la poca eficacia de estas tasas. En este sentido es claro y muy crítico con la industria a la que no identifica como parte de la solución: “El objetivo de la industria no es ayudar a los consumidores a reducir la ingesta de bebidas azucaradas. La industria debería reducir la cantidad de azúcar en sus productos, y una de las mejores maneras para ello es utilizar la incentivación económica de que sus productos no sean gravados fiscalmente”.
La comunidad sanitaria sigue desconfiando de la industria alimentaria y mostrándose beligerante con sus propuestas, animando a la administración a tomar medidas más drásticas y efectivas a corto plazo.
No más impuestos al azúcar; sí más compromiso de las empresas