La aplicación inminente del Impuesto sobre el azúcar: ¿Preocupación por la sostenibilidad o por recaudar dinero?

HOSTELVENDING.COM 04/10/2024.- La revisión completa de la Maniobra Presupuestaria 2025 presentada en el Parlamento italiano indica que no se contempla la eliminación ni el aplazamiento del impuesto sobre las bebidas azucaradas y no azucaradas, conocido como el Impuesto sobre el Azúcar, cuya aplicación está programada para julio de 2025.
Esta decisión resulta sorprendente, especialmente a la luz de las recientes afirmaciones de los funcionarios del Gobierno y de las fuerzas políticas predominantes, tal y como recoge el diario Fantavending, que habían indicado que no se implementarían nuevos gravámenes el próximo año. Además, existe un amplio consenso en la comunidad científica que cuestiona la efectividad de este impuesto en términos de salud pública.
"El Impuesto sobre el Azúcar no es un incentivo válido para cambiar los hábitos de consumo, sino una carga adicional que tendrán que soportar empresas y consumidores".
Este contexto guarda similitudes con la situación en España, donde también se ha debatido la implementación de impuestos destinados a desincentivar el consumo de productos poco saludables. Al igual que en Italia, las promesas políticas de no aumentar la carga fiscal han chocado con decisiones que podrían complicar la percepción pública y la viabilidad de tales medidas.
La implementación del impuesto sobre las bebidas podría resultar muy perjudicial para la industria, estimándose una disminución del 16% en su volumen de negocios, sin contar con una reducción adicional de 400 millones de euros en la adquisición de materias primas. Un estudio realizado por Nomisma indica que esta medida llevaría a una inevitable disminución de las inversiones en el sector, y no se puede descartar un efecto dominó que impactaría negativamente en el consumidor final.
Sin embargo, surge la pregunta: ¿por qué no se ha eliminado este impuesto? Lamentablemente, se requieren 150 millones de euros para frenar la aplicación del impuesto sobre el azúcar a mediados de 2025, y actualmente parece que esta es la única razón por la que sigue figurando en la maniobra presupuestaria.
Así, estas actualizaciones han generado una fuerte crítica desde el sector, como es el caso de ASSOBIBE, la asociación de Confindustria que representa a los productores de refrescos en Italia: "Observamos con preocupación que el texto de la Manovra no incluye ningún cambio en el Impuesto sobre el Azúcar, que consideramos a todos los efectos un nuevo impuesto”, declara Giangiacomo Pierini, presidente de ASSOBIBE: "Se trata de una herencia de gobiernos anteriores, que se ha pospuesto varias veces, pero que ahora golpeará a un sector fundamental para el Made in Italy, constituido en un 64% por pequeñas y medianas empresas.”
Todo parte del contexto europeo, donde, ya en enero del año pasado, la Comisión Europea concluía que los impuestos sobre los alimentos con azúcares añadidos estarían respaldados por la eficacia de dichas tasas en las bebidas azucaradas. A finales de julio se publicó el último informe de la Comisión sobre impuestos alimentarios, el cual aborda la "Asignación de precios y medidas fiscales aplicadas a alimentos y bebidas alcohólicas". Este estudio examina diversas estrategias de precios implementadas para reducir el consumo de alcohol y de productos con alto contenido en grasas, azúcares y sal (HFSS), incluidas las bebidas no alcohólicas, en los países participantes del programa de salud de la UE.
El informe señala un avance constante en la aplicación de impuestos sobre los productos HFSS, especialmente en las bebidas azucaradas (SSB), destacando la variabilidad en el diseño y las tasas impositivas adoptadas para estas bebidas. Además, todos los países han implementado políticas fiscales y regulaciones de precios para las bebidas alcohólicas, como parte de sus esfuerzos para mitigar el consumo nocivo de alcohol y los daños asociados.
Como decimos siempre, es fundamental llevar a cabo una transición lógica y razonable que permita a las empresas del sector adaptarse a estas nuevas circunstancias.