Las máquinas de vending salen al rescate de los videoclubs

El videoclub, esa fórmula de negocio que se esparció como el polen por todas las ciudades y pueblos de nuestra geografía, ha cambiado.
Acuciado por la competencia feroz de Internet y la piratería, el negocio ha sufrido una grave crisis y su número se ha diezmado en los últimos 5 años.
El caso más conocido fue el cierre de los 86 establecimientos de la cadena estadounidense Blockbuster, en 2006.
Tras este cierre, los pocos locales que fueron quedando se vieron obligados a buscar una nueva fórmula de negocio que les permitiese subsistir en el escenario actual de las descargas masivas y el "top manta".
Diversificación y automatización
Los videoclubs actuales han acudido al vending para diversificar su oferta e, incluso, cambiar la fisionomía de los locales.Además de ahorrar en personal y ofrecer un servicio interactivo con el cliente las 24 horas del día, las máquinas ya no sólo expiden películas; junto con los nuevos formatos (las viejas cintas de VHS han dado paso al DVD), ahora también se pueden alquilar juegos para diferentes tipos de consolas.
Por si esto fuera poco, las máquinas expendedoras de películas y juegos aparecen ahora acompañadas con máquinas de snacks y bebidas; y de alimentos precocinados u otro tipo de productos, en aquellos locales más completos, que han convertido los nuevos videoclubs en auténticas tiendas 24 horas.
El negocio del videoclub es sólo un ejemplo de las posibilidades de las tiendas automáticas de 24 horas, que articulan sus servicios alrededor de un negocio base: un videoclub, un ciber o un locutorio, entre otros.