Las tendencias alimentarias que triunfarán en 2017

HOSTELVENDING.com 20/12/2016.- Aventurarse en lo que se llevará el próximo año es lo más habitual en estas fechas en las que muchos hacen planes sobre las orientaciones que dar a sus negocios.
El mercado de la alimentación y las bebidas es fundamental para el vending y por eso os dejamos un resumen de lo que expertos de el Centro Tecnológico Ainia o la consultora Mintel identifican como tendencias para 2017.
Ambas coinciden en destacar de nuevo el papel que tendrá lo ecológico y saludable. Siguen estando de moda tanto el segmentos de las bebidas como en el de los alimentos con gran presencia de “verduras, semillas y frutos secos, ya que son productos que se asocian a la salud y al bienestar”, como anuncia Mintel.
“Los consumidores quieren tener un estilo de vida que mejore su salud, esto les motiva a priorizar el consumo de los alimentos indicados, por ello, en respuesta a esa demanda, cada vez más empresas lanzan nuevas formulaciones basadas en alimentos vegetales, fortificados y funcionales. En 2017, la industria de alimentos y bebidas dará la bienvenida a más productos que enfatizan las verduras como ingredientes clave”, señala.
También el en artículo realizado por Beatriz Pérez en la web de Ainia, vemos cómo la evolución del concepto saludable y natural tendrá una importancia clave. “La fusión del concepto natural y saludable camina hacia una marcada preferencia por los estilos de vida más limpios y los alimentos verdes”, resalta.
Esa evolución debe verse reflejada en la manera en la que las grandes y pequeñas empresas trasladas este concepto saludable a los productos de toda la vida o a las nuevas creaciones que sean capaces de atraer de verdad al consumidor.
Ya nos lo han dejado entrever expertos en nutrición entrevistados en nuestra revista: “lo importante es que la industria sea capaz de aportar alimentos saludables igual de atractivos que aquellos que no lo son tanto” (aunque todo dependa de la alimentación y la forma de vida de cada uno en su conjunto).
Las grandes marcas, ya sea obligadas por la legislación o por iniciativa propia para contentar a ese consumidor, ya han anunciado estrategias enfocadas a reducir azúcares y grasas y a conquistar a ese comprador exigente que quiere encontrar variedad cuando va a comprar y calidad en aquello que realmente cumple las características para ser calificado como saludable.
Los sostenible y lo ético también se encuentran en esta balanza y responden a una necesidad de consumo responsable. Aunque ahora vemos como hay estudios que reaccionan y critican las etiquetas “eco” o “bio”, estas siguen apareciendo en el imaginario colectivo de aquellos que quieren con sus actos de consumo consolidar un estilo de vida.
Vuelve a aparecer el concepto de alimentación tradicional. Ya lo vimos el paso año en un informe realizado por el Ministerio de Agricultura y medio Ambiente, donde también se reconocía la importancia de los productos bio o ecológicos.
Las recetas de la abuela también estarán de moda y tendrán que llevarse bien con el ritmo de vida actual. Según Mintel, los productos “On-the-Go” o “In-the air” han aumentado en el último año en un 54% y seguirán haciéndolo de cara al próximo curso. Productos frescos o cocinados con paciencia deben tener cabida en estos formatos que muchas empresas están trabajando con cariño y dedicación.
Aquí también reaparece la necesidad de aportar calidad en las materias primas y tener muy estudiada la composición de estos productos elaborados o listos para comer con el fin de evitar “todas las consecuencias negativas” que se asocian a estos productos precocinados, como son los altos niveles de sal, azúcar o grasas, para su conservación.
Otra vez aparecen los millenials como protagonistas a conquistar por las marcas, pero esta vez compartiendo protagonismo con un segmento de edad cada vez mayor, pero también con gran capacidad de consumo. Cómo evolucionan sus gustos es esencial para conocer que triunfará en 2017 y qué productos gozarán de su confianza teniendo en cuenta que ya han mostrado sus preferencias por ese “consumo ético” y esos productos que aportar un valor añadido al alimentario.
La trazabilidad, los sellos de calidad y la imagen están muy por encima de otras características en este tipo de consumidores que recurren a los productos locales, las tiendas de cercanía y los sabores tradicionales.
Las grasas y los azúcares añadidos estarán en el punto de mira. La legislación se va a cebar con ellos y el consumidor, a base de tasa o por ese giro a lo saludable, los va a penalizar seriamente.
Más que en el contenido, la tecnología influye como un elemento más en la elección y los métodos de compra, por lo que no solo entran en escena nuevos canales asociados a Internet y con los que el vending tendrá que competir en lo que le toca, sino que también serán importantes en los puntos de venta tradicionales a través de la personalización de servicio.
Tendencias alimentarias en una sociedad de consumo en tránsito