Los trabajadores de Panrico, primeros afectados por la nueva reestructuración de la compañía
HOSTELVENDING.com 19/09/13.- El pasado mes de junio Oaktree se hizo con el 100% de Panrico a través de la capitalización de préstamos con el objetivo de eliminar la deuda de la compañía, una de las más importantes dentro del sector de la panadería y la bollería industrial.
El movimiento pretendía garantizar el futuro de la empresa, pero la noticia que saltó ayer a los medios de comunicación y la falta de declaración oficial por parte de la propietaria de marcas como Donuts, Bollycao o Donettes, empieza a sembrar dudas.
A través de una notificación a sus trabajadores, Panrico anunció el aplazamiento del pago de las nóminas de sus 4.000 empleados, una suspensión de pagos que se justifica en la necesidad de hacer frente al compromiso con los proveedores para así mantener la producción.
Ha sido la primera decisión de Carlos Gila tras ponerse al frente de la empresa catalana como consejero delegado hace apenas unos días, cogiendo por sorpresa a los principales afectados. Los sindicatos se han lanzado a pedir explicaciones, pidiendo una reunión con los directivos a fin de aclarar cuánto durará está medida y cuáles otra se van a tomar afectando a los trabajadores.
Hay bastante incertidumbre sobre el futuro de la actividad, el funcionamiento de las fábricas que posee a lo largo de todo el territorio y el mantenimiento del empleo. Más cuando se han tomado medidas y se han realizado inversiones como la de la fábrica situada en Valladolid con el lanzamiento de producto nuevo incluido.
En principio, las fuentes consultadas apuntan a que la distribución a los operadores no se tiene por qué ver afectada por esta suspensión en el pago de las nóminas, pero lo cierto es que es una afirmación arriesgada, puesto que el malestar reina entre los sindicatos, mientras que los trabajadores aún no saben a qué atenerse.
Por el momento, se ha aplazado el anuncio y la comunicación del nuevo sabor de Donettes que se va a comercializar. De la compañía no confirman si seguirán los recortes que ya afectaron a los empleados el pasado año con el ERE que afecto a casi doscientos de ellos y una rebaja salarial importante en alguna de sus plantas.
Se siguen pidiendo esfuerzos para mantener la producción y la actividad de venta de Panrico, sin embargo, este tipo de medidas no contribuyen a mejorar el enrarecido clima que rodea a la empresa a pesar de que se dirijan a evitar su desaparición.
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