Nestlé invierte en la fábrica de Cantabria más de 1,3 millones de euros para preservar el agua del río

HOSTELVENDING.COM 01/12/2021.- Para lograr los objetivos sostenibles, Nestlé implementará diversos grupos de torres de refrigeración que harán posible la reutilización continua de agua a lo largo de la actividad productiva.
El agua es un bien preciado y, por otro lado, cada vez más escaso. La urgencia de preservarlo a toda costa se ha puesto encima de la mesa, y la industria está tomando cada vez más conciencia de ello. Sobre todo en cuando a alimentación, las compañías que forman parte de la cadena productiva, incluyen desde hace tiempo numerosas páginas a sus planes estratégicos.
Tal es el caso de la multinacional Nestlé, muy presente en el sector de la distribución automática, que, consciente de la necesidad de hacer un uso responsable del agua, prevé invertir más de 1,3 millones de euros en su fábrica de La Penilla de Cayón (Cantabria) hasta 2024 con el propósito de preservar el caudal del río.
"Aunque en la actualidad ya devolvemos al río Pisueña toda el agua que tomamos para su uso en nuestra fábrica, esta captación muy pronto ya no será necesaria gracias a esta inversión, fruto del compromiso de Nestlé por el medioambiente", apunta Alberto López, director de la factoría.
Para ello, la fábrica está instalando un primer grupo de torres de refrigeración, cuyo puesta en marcha se estima para principios de 2022. De esta forma, el agua que se ha empleado en la actividad industrial permanece en un circuito cerrado que, a través de la refrigeración evaporativa, permite su reutilización continuada.
Con esta primera instalación, se espera que durante el año que viene se reduzca un 50% la cantidad de agua del río que utilice la factoría cántabra de Nestlé en su producción.
Esta primera instalación dará paso a un segundo grupo de torres de refrigeración en los próximos años. Una vez se cuente con todos estos equipos, la planta dejará de abastecerse del agua del río Pisueña, recurso que actualmente la fábrica utiliza para procesos de refrigeración y que luego devuelve al mismo caudal.
Gestión sostenible del agua
La fábrica de Nestlé en Cantabria empezó a instalar en 2011 circuitos cerrados de agua con torres de refrigeración, que reemplazaban a los circuitos de refrigeración de un solo paso. A consecuencia de ello, la planta productiva ha reducido en un 83% la cantidad de agua empleada por tonelada producida año tras año hasta llegar a 2020.
Junto a estas implementaciones, Nestlé también cuenta con una planta de ósmosis inversa -instalación que conocemos desde el vending basada en la filtración del agua a través de membranas-, en funcionamiento desde hace seis años.
Un largo camino de compromiso medioambiental
A estas medidas se suman otros proyectos que está desarrollando la factoría. Asimismo, y con la meta de alcanzar las cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en 2050 y propulsar la energía verde, la compañía está implementando una caldera de biomasa (que entrará en funcionamiento el año que viene).
El funcionamiento de la caldera se basa en el uso como combustible de la cascarilla resultante de la torrefacción del cacao; escogida por su elevado poder calorífico. Como resultado, se impulsará la economía circular dentro de la factoría, ya que dicho vapor se utilizará de nuevo en el proceso de tostado del cacao.
Dicha instalación complementará otros procesos de generación de energía eficiente ya existentes en la fábrica cántabra de Nestlé, como la planta de cogeneración surgida en 1993, y que proporciona energía eléctrica y un 75% del vapor destinado a los procesos de producción. A partir de 2022, se prevé que la totalidad de la energía producida sea de alta eficiencia.