Nuevas prohibiciones a los vasos de poliestireno

HOSTELVENDING.com 12/07/2016.- A pesar de que el poliestireno se presentó en su momento como la gran alternativa para los envases desechables al reducir el consumo de energía y agua que se requiere para su fabricación, es un material que no convence a los que buscan alternativas más sostenibles.
El impacto que tiene por su alto consumo y por los recursos que deben destinarse para su recuperación forman parte del listado de inconvenientes que plantea este material que vuelve a encontrarse con la prohibición de su utilización por Ley.
San Francisco será un estado libre de poliestireno a partir del próximo año después de que el pasado mes de junio, la “Junta de Supervisores”, el organismo regulador, decretara una medida completamente restrictiva que afectará a toda la industria tanto alimentaria como de empaquetado.
Ni que decir la repercusión que tendrá sobre el vending y el OCS al prohibir de manera tajante el uso de vasos realizados en este material cuya entrada en el estado será difícil de controlar como ya avisan los expertos.
La medida adoptada por San Francisco fortalece una ordenanza de 2006 que exige que vendedores de comida y restaurantes utilicen envases de material reciclable o biodegradable para todos los alimentos y bebidas “para llevar”, lo que deja fuera al poliestireno a pesar de las formas de recuperación que existen para reutilizar este compuesto.
El problema, como siempre, viene de la generación de un residuo que no siempre es fácil controlar dónde acaba. Este tipo de plástico puede ser fácil de recuperar, pero si el consumidor no lo deposita en el lugar adecuado termina en el entorno para contaminar vías fluviales y dañar el medio ambiente.
Tampoco es un proceso barato. Siendo un material muy ligero y compuesto en su mayoría por aire, el traslado requiere la inversión de unos recursos que ya de por sí no justifica el empleo de otros materiales alternativos.
Esta medida no es novedosa en Estados Unidos, donde otras ciudades como Seattle, Washington Los Ángeles y Portland, ya han adoptado este tipo de limitaciones que se identifican como lo que ya se hizo en su momento con las bolsas de plástico.
En Europa, Francia aprobó el año pasado una legislación mucho más restrictiva, dándose de plazo hasta 2020 para acabar con todo el plástico de la industria de los desechables.
No todo son buenas noticias, ya que las alternativas no están claras a la hora de sustituir este producto. No siempre lo que pueda venir necesariamente tiene que ser más sostenible. Para empezar espumas elaboradas con material compostable pueden ir sustituyendo al poliestireno pero son mucho más caras.
Productos a base de fibras vegetales y cuyo origen no se halle en el petróleo parecen tomar ventaja en esta nueva carrera de gran impacto para una industria como el vending de bebidas calientes en el país norteamericano.