Self-service: 24 Horas de vending al día

Es sin duda la tendencia de moda en el sector del vending público. Están por todas partes... y aún faltan muchas por llegar. La reciente explosión de las tiendas automáticas que trabajan las 24 horas del día, 7 días a la semana y 365 días al año, ha hecho posible que, cada vez que bajemos a la calle, no nos falte de nada en ningún momento.Se trata de un negocio innovador y rentable, que realza las bondades de la venta automática (no tiene costes de personal, versatilidad de productos, cobro anticipado, máxima amplitud de horarios, etc.), y a esto se le añade el plus de la comodidad y la atención personalizada. “Durante los últimos diez años” -apunta José Luís Calvo, gerente de Selhosvi- “el negocio de las tiendas automáticas 24 horas ha ido en aumento a un ritmo del 30% anual, especialmente en los cinco últimos años”. Y sin embargo, ya en la década de los 90 surgieron los primeros pioneros en la instalación de tiendas a nivel nacional bajo una misma marca comercial; su mayor exponente, la Era de la Venta, es hoy uno de los líderes del mercado, con más de 160 tiendas “Abierto 25 Horas” y una facturación superior a los 3 millones de euros.
José Ramón Fernández, gerente de la empresa, explica como principal virtud que el operador apenas necesita dedicar 1 hora a la reposición y limpieza diaria de los productos. El cliente se beneficia además del know-how y experiencia de la empresa de vending, además de la categoría que aporta la imagen corporativa y la tranquilidad de contar con un servicio técnico oficial. Además, en el caso de las tiendas “Abierto 25 Horas”, el cliente se beneficia también de los acuerdos establecidos entre la empresa y proveedores de gran popularidad (Matutano, Panrico, Nestlé, Durex, Font Vella, etc.), rebajando así el precio de los consumibles.
A gusto del consumidor
Probablemente lo más característico de la labor de estas cadenas de tiendas vending es su capacidad para ofrecer al interesado un servicio totalmente personalizado, que abarca todo el proceso de apertura del negocio. El cliente recibe un asesoramiento de calidad sobre el tipo de emplazamiento donde ubicar el local, se le presenta un proyecto de viabilidad (requerido para la solicitud de obra y apertura). Este proceso, por desgracia, se puede alargar entre 6 y 12 meses “debido a la burocracia”, como apunta José Luís Calvo.
Si el cliente lo requiere, la empresa puede realizar las obras de adaptación del local, que convierten en muchos casos un espacio no aprovechado comercialmente por el dueño en una impecable máquina de hacer dinero, con cambios estéticos apreciables. En ese sentido, las empresas ofrecen amplias posibilidades: acabados en pladur, aluminio, cristalería, chapa palillo, montajes en diversos formatos (fachada, esquinazo, local interior, kiosco...), insonorización del local a 65 decibelios (requerida por ley en ciertos casos), puertas automáticas, etc.
Posteriormente se procede a la instalación de las máquinas (perfectamente adaptadas), se les da un cursillo para familiarizarse con el trato de las máquinas y se les asesora sobre los productos más convenientes, dependiendo de la localización y la zona geográfica. Por otra parte, y como apunta José Ramón Fernández: “las expendedoras que más facturan son las mixtas de snacks, bollería y bebidas frías, seguidas de la comida caliente, bocadillos, palomitas recién hechas y las recargas de móviles”, una opinión bastante generalizada entre los actores de este sector.
Aparte del trabajo detallado de las empresas especializadas, existen otras posibilidades como la nueva propuesta del fabricante Jofemar: Factoría Vending 24 Horas, una instalación completa de tienda 24 horas, una estructura anti-vandálica estándar que pretende reducir el coste de estos negocios en términos de instalación y obras. En este sentido, empresas como Almadera ofrecen otro tipo de soluciones, como muebles y módulos especialmente diseñados para el vending público.
Inversión fácil y segura
Hablando en términos estrictamente económicos -y teniendo muy en cuenta los condicionantes anteriormente citados- el coste de inversión de estos negocios es bajo y la rentabilidad notable. Ramón Menéndez, director comercial de Eureka Vending (31 tiendas), lo explica de la siguiente forma: “Debemos de partir de la base que cuando entra un euro en nuestro negocio, al menos 0,50cts son ya de beneficio; teniendo en cuenta que la instalación de una tienda media supone unos 338 euros al mes de coste, necesitamos una venta semanal bruta de 164 euros. Con este umbral de ventas hemos amortizado la inversión en instalación y mercancía; a partir de las mismas estamos generando ingresos. Se trata pues, de recuperar la inversión desde el primer mes, y para esto nos es suficiente una venta diaria de 24€”.
En otros términos, y tomando como ejemplo una típica instalación con 3 expendedoras, ésta puede suponer, según Nacho Guerro, director de marketing de Fersomátic (40 tiendas Fershop) una inversión aproximada de 17.000 euros (blindaje, instalación y puesta en marcha incluidos), con un beneficio neto mensual de cerca de 1.500 euros. Aunque las cifras difieren según la empresa y, no lo olvidemos, según los múltiples condicionantes, lo que parece ser opinión universal es que el margen de beneficio se sitúa alrededor del 70% y que el plazo de recuperación de la inversión inicial suele abarcar los dos primeros años.
No problemLas tiendas 24 horas se muestran claras vencedoras ante ciertos obstáculos. Ante el problema del vandalismo, las cadenas especializadas ofrecen soluciones de seguridad pasiva como dobles cerraduras, soporte metálico con múltiples puntos de anclaje, sistemas de pago anti-fraude, cristales laminados de doble capa, así como sistemas activos de vídeo vigilancia. En cualquier caso, el impacto no es tan grave y, como apunta José Ramón Fernández, “en nuestras tiendas los actos vandálicos sólo llegan al 4%; en cualquier caso, los blindajes evitan que se llegue al producto o al monedero, y la reparación la pagaría la aseguradora”.
En cuanto a la competencia de las tiendas abiertas en horarios ilícitos, las empresas se mantienen tranquilas, pues saben que el vending está presente las 24 horas del día y que sus precios son más competitivos. Fernández prosigue: “prácticamente no les hacen competencia y, de todas formas, pienso que estas tiendas no persistirán mucho tiempo, ya que las autoridades competentes tomaran cartas en el asunto”.
Por otra parte, los profesionales se sienten molestos por el intrusismo de ciertas empresas que no atesoran su experiencia y buen hacer y que, sin embargo, se publicitan como especialistas sin dar el apoyo necesario al cliente una vez instalada la tienda. O, más grave aún, ciertas “empresas fantasma” -como nombra Emilio Rodríguez de Olevending- “especuladores que venden en Internet sin locales físicos, ni servicio técnico, ni stockage”, cuyo negocio fácil se ha ido desvaneciendo con la crisis económica.
Oportunidad de oro
En estos momentos de crisis, prosigue Emilio Rodríguez, “existe la paradoja de que cada vez hay más clientes potenciales interesados en la adquisición de máquinas pero a la vez hay menos financiación para esas operaciones. Esto no nos debe hacer caer en el desanimo, porque los márgenes con los que trabajamos permiten afrontar las dificultades con mayores garantías que el resto de sectores productivos”. Una opinión compartida por José Ramón Fernández, que destaca el incremento de las ventas (según informan sus propios franquiciados) en esta época de crisis, gracias al bajo precio de los productos vending (en torno a 1 euro de media).
Como diría aquél,“la vida puede ser maravillosa”, y todos aquellos que quieren encontrar una solución de empleo o, simplemente, ampliar sus beneficios, tienen en las tiendas automáticas 24 horas una inmejorable oportunidad de autoempleo con unas perspectivas de futuro brillantes.