Si la restauración tradicional pide propina, ¿por qué no la distribución automática y su servicio personalizado?

HOSTELVENDING.COM 25/07/2023.- Pasarán los años, pero ciertas tradiciones arraigadas en la cultura de Estados Unidos parecen resistirse al cambio. Entre ellas, la costumbre de dejar propinas, especialmente en el ámbito de la restauración. Y aunque este gesto de agradecimiento y gratificación por el servicio recibido puede ser objeto de debate, sobre todo para el turista, lo cierto es que allí es algo tan común como el precio del producto o servicio. Y ahora, esta práctica se traslada a la distribución automática.
El ritual del viajero en Nueva York incluye paradas obligatorias para obtener el selfie perfecto con la Estatua de la Libertad, disfrutar del impresionante skyline desde el Empire State o dar un paseo por Central Park. Tan típico como eso es dejar propina en un restaurante, cafetería o bar; un hecho que se está trasladando a las máquinas automáticas.
Porque sí, la distribución automática también ofrece un servicio de restauración, uno que sí que está las 24 horas del día, siempre preparado, y que, con el avance de la tecnología y de la evolución, siempre tendrá preparado para nosotros un servicio cálido, eficiente y personalizado.
Así es, según informan algunos medios de comunicación de la ciudad neoyorkina, la práctica de dejar propinas se ha expandido a las máquinas expendedoras: las máquinas en cafeterías, panaderías, aeropuertos y estadios ya ofrecen a los clientes la opción de dejar una gratificación del 20%.
Esta nueva forma de solicitar propinas ha generado, como en cualquier medida más atrevida, dos opiniones: Algunos se preguntaban si tiene sentido pedir propina cuando, por ejemplo, el uso de los quioscos de autopago supone una reducción de costos de mano de obra. Otros calificaron la práctica de "chantaje emocional", ya que se les pedía una propina sin recibir un servicio personalizado.
¿Pero es eso realmente cierto?, ¿no ha demostrado, acaso, la distribución automática saber ofrecer un servicio personalizado, fiable, emocionante y experiencial?
Grandes pantallas que te ofrecen vídeos de diferentes temáticas, la posibilidad de jugar a videojuegos, servicios por realidad virtual, cafés hechos al perfil de cada usuario, personalización con la implementación de la IA, gama de alimentos y productos que van rotando, promociones hechas a medida… todo ello es una realidad en el unattended, y se traduce, como decíamos, en toda una experiencia que, ¿por qué no? Merece reconocimiento.
Y además, recordemos, detrás del gesto de sacar tu café favorito de la máquina, hay detrás toda una cadena de trabajo y eslabones que, tras su esfuerzo y dedicación, hacen posible ese servicio, tan fácil a ojos del usuario, pero tan complejo en términos de desarrollo.
El debate sobre las propinas está lejos de resolverse. Aunque el estudio indica cierto hartazgo hacia esta costumbre, también destaca que más del 40% de los adultos estadounidenses que cenan en restaurantes siguen dejando al menos un 20% de propina. Con otros profesionales, como peluqueros o taxistas, el consenso es menor.
En la restauración tradicional: una forma de complementar los bajos sueldos
Ted Rossman, analista de Bankrate, señala que la inflación y su impacto en los ingresos de los clientes son factores que influyen en las propinas. Además, las propinas suelen complementar los bajos sueldos de empleados que ganan el mínimo federal, ya que se espera que obtengan ingresos adicionales a través de las gratificaciones de los clientes. Por ejemplo, muchos camareros reciben tan solo 2,13 dólares por hora, y se espera que las propinas compensen esta escasa remuneración.
Por eso, quizás la visión de esta práctica en la restauración tradicional tiende a ser negativa: se trata de la ética social sobre el trabajador; algo que no ocurre en las máquinas automáticas. Eso, y que, en realidad, la propina no debería ser nunca una obligación, sino una acción altruista y empática del propio cliente.
La controversia sobre las propinas en Estados Unidos ha dejado claro que es un tema complejo y multifacético. Mientras algunos cuestionan su existencia, otros siguen siendo fieles a esta tradición arraigada en la cultura estadounidense. Sea como sea, el debate continuará mientras la sociedad busca un equilibrio entre la gratitud hacia el servicio recibido y la justa compensación de los trabajadores.