Una estrategia centrada en calidad y colaboración cliente-proveedor en el mundo del café

HOSTELVENDING.COM 03/04/2024.- Mantener altos estándares de calidad se convierte en un imperativo para garantizar la viabilidad y el crecimiento a largo plazo de una empresa. En este contexto, compañías del mundo del café dirigen sus esfuerzos hacia la calidad y la atención centrada en el cliente como pilares fundamentales de su estrategia empresarial.
Empresas cafeteras como Lavazza destacan la importancia de dos aspectos clave: la medición del nivel de calidad alcanzado y la necesidad de abandonar la complacencia respecto a la superioridad del propio producto. Para ello, el grupo tostador ha establecido un enfoque que sitúa al cliente en el centro de sus operaciones, convirtiéndolo en un colaborador activo en el proceso de desarrollo del producto.
En este sentido, Lavazza ha implementado una serie de medidas prácticas para integrar las necesidades y expectativas del cliente en todas las fases de desarrollo del producto. La atención al cliente no solo se utiliza para resolver problemas puntuales, sino también como una herramienta para mejorar productos y procesos internos, evitando la repetición de errores y asegurando que lo que se está desarrollando esté alineado con las expectativas reales del cliente.
Además, hacen hincapié en la creación de un Órgano de Evaluación de la Calidad del Producto, encargado de complementar las validaciones técnicas con pruebas de uso por parte del cliente. Este enfoque garantiza que los productos de Lavazza cumplan con los estándares internos de calidad; y al mismo tiempo, con las expectativas del mercado en comparación con sus competidores.
En esta estrategia, observamos el concepto de benchmarking, empleado para definir el nivel de calidad esperado en relación con la percepción externa de la marca en comparación con sus competidores.
La compañía también subraya que el mantenimiento y la mejora continua son elementos esenciales en el viaje hacia la excelencia en términos de calidad. Más que un destino final, la calidad es concebida como un compromiso constante con el cliente, quien se convierte en un participante activo en el proceso de mejora continua del tostador.