Una situación de emergencia económica en el vending y la falta de ayuda estatal

HOSTELVENDING.COM 13/11/2020.- El teletrabajo, la enseñanza digital, los continuos cierres y la exclusión de la distribución automática en los decretos en materia de ayuda gubernamental impiden la reactivación total de un sector que supone una de las soluciones más efectivas en la época actual.
Con pérdidas del 70% del consumo en las máquinas a lo largo de estos meses de pandemia, vinculado a la nula ayuda por parte de las administraciones públicas, el vending se halla aún contra las cuerdas, y difícilmente saldrá de una crisis tan dura como la marcada por el COVID-19.
Pese al habérsele considerado durante todo este tiempo un servicio esencial, ganándose cada vez más el respeto del resto de segmentos y la simpatía de gran parte de los consumidores, lo cierto es que existe una falta de representatividad estatal. Todos estos factores (cierres de establecimientos, smart work, restricciones…) han provocado que octubre vuelva a ser un mes de pérdidas. Recordemos que ya en el primer semestre la industria sufrió una caída del 33,79% del consumo, con resultados aún más graves para el período de la primera ola de COVID-19 en los lugares donde el vending era el principal canal.
En el primer semestre del año, según datos de la CONFIDA -elaborados por Ipsos-, las principales categorías de consumo de vending cayeron bruscamente: en comparación con el mismo período de 2019, se vendió un 27,51% menos de café y un 42,98% menos de botellas de agua. El consumo se redujo casi a la mitad (-46,52%) en el caso de los snacks salados, las ventas cayeron bruscamente (-38,61%); al igual que en el caso de los aperitivos dulces como galletas, brioches y tentempiés.
A esta situación se suman las tasas de concesión estatales que las empresas deben pagar para instalar máquinas expendedoras en el sector público (incluso si las máquinas están paradas) y algunas iniciativas ministeriales que corren el riesgo de deprimir aún más el consumo.
Por ello, la actuación colectiva y la lucha por parte de las asociaciones que representan al sector es más importante que nunca; conseguir mayor representatividad y ayudas de las administraciones públicas serán el punto de partida para una recuperación de una industria con mucho futuro -si se le permite-: la distribución y restauración automática.