"Una zona turística ha de tener siempre el servicio de máquinas expendedoras"

HOSTELVENDING.com | 05/06/12.- Ante la prohibición expresa del Ayuntamiento de Santiago de Compostela de instalar máquinas expendedoras en cualquier punto de la vía pública de la localidad, los profesionales del sector siguen alzando la voz en contra de este nuevo revés contra el vending y abogando por la búsqueda de otro tipo de soluciones.
A tenor de lo recogido en la normativa y de lo comentado entre los operadores y los responsables municipales, "la restricción es totalmente firme y no se va a entrar en ningún tipo de negociación para el vending público. No habrá máquinas en las calles de Santiago de ninguna manera. Lo único que se permitirá será el concepto de máquinas automáticas 24 horas, que además serán gravadas con una tasa que apunta a que no será baja", comentó Manuel Quelle, ex delegado de ANEDA en Galicia y actualmente uno de los responsables del área comercial de Maselga, operador de referencia en Galicia y España.
"A pesar de que nuestra empresa no trabaja en vending público, entendemos que supondrá un fuerte revés para las ventas y no será bueno para el sector. Entiendo que se quiera regular el sector, pero no a base de tasas excesivas para cualquier instalación, y además extendiéndola a las máquinas que se ubiquen puntualmente en conciertos y eventos, esto no hará más que proliferar tasas y restricciones", apuntó Quelle.
"La normativa es muy antigua, lo que pasa es que habían hecho la vista gorda desde el ayuntamiento y ahora se han puesto serios. En caso de abrirse una negociación habrá que hacerlo con alguna asociación representativa del sector, no se puede hacer la guerra cada uno por su cuenta", comentó Aldryn Rodríguez, responsable de Madelven, otro operador gallego al que tampoco le afecta por su dinámica de trabajo, pero que "ve cómo las ventas se van a ver perjudicadas sobremanera". En caso de establecer una vía negociadora, aspecto que parece complicado por los reglamentos estéticos y de conservación de las nuevas normativas en Santiago de Compostela, todo se "solucionará con una tasa, que es lo que interesa a las autoridades, recaudar.
Las ventas de estas máquinas y empresas se van a ver muy tocadas y no se entiende que pase esto en una época de crisis económica y en una ciudad tan turística como la capital gallega", argumentó Rodríguez. "Son muchas las personas y grupos que pasean y no pueden o no quieren entrar en un local y usan las máquinas. En una zona turística, las máquinas deben estar para prestar un servicio más a los visitantes. En otros sitios, también turísticos como Lugo, se ha impuesto una tasa de 180 euros al año por máquina, lo que evita la restricción y todas las partes acaban contentas", concluyó Rodríguez.