Vending saludable en hospitales, ¿realidad o puro marketing?

Sanidad impondrá criterios de calidad nutricional en las licitaciones de vending

HOSTELVENDING.com 04/01/2019.- A lo largo de 2018 han sido unos pocos los hospitales que han rediseñado la oferta alimentaria de las máquinas expendedoras para acercarse a una propuesta más equilibrada nutricionalmente.

Lo han hecho dentro de programas más amplios dirigidos a preservar la salud de trabajadores, familiares y pacientes promoviendo hábitos saludables tanto en los modelos de alimentación como en la propia vida diaria, intensificando los mensajes dirigidos a la realización de actividad física.

Y a pesar de que han actuado de forma directa, negociando con las empresas operadoras los productos más adecuados y colocando mensajes en las máquinas para llamar la atención sobre las elecciones más "adecuadas" dentro de una dieta equilibrada, no siempre los resultados son los que se demandan desde los sectores más críticos con la oferta del vending.

Un ejemplo claro lo encontramos en el Hospital Reina Sofía de Córdoba que durante el pasado año puso en marcha una decena de iniciativas para promover la alimentación saludable en el entorno hospitalario.

La obesidad es uno de los principales problemas de salud a los que se enfrentan las sociedades modernas. Por ello, "desde el hospital se está desarrollando una estrategia en el entorno hospitalario que apoye la actividad asistencial y de prevención que desde las diferentes unidades de gestión clínica se realiza a diario", señalan desde el centro.

Entre las actividades se han emprendido acciones como la degustación de batidos y helados naturales elaborados con fruta fresca y lácteos, brochetas y macedonia de frutas, que han permitido incrementar el consumo de fruta durante el Día del Niño Hospitalizado o la organización de un taller de salmorejo en el que los menores ingresados pudieron aprender a elaborar este plato, así como las propiedades para la salud que aportan sus ingredientes.

Pero la acción con mayor impacto en la población ha sido la incorporación a las máquinas expendedoras de contenido exclusivo 'bio', 'bajos en calorías', 'bajos en azúcar', además de productos como fruta fresca o ensaladas, entre otros. Además, se han eliminado aquellos con contenido de aceite de palma, alto contenido en azúcar y grasa.

"Se trata de una iniciativa muy importante para el hospital en la que se continuará trabajando a lo largo de este año, incidiendo también en el etiquetado", resaltan desde la dirección del hospital.

Y buena falta hacía porque cuando en junio pasaron los "inspectores" de Cambiando el Vending, la situación era bastante mala. Según los integrantes de este colectivo, en su mayoría estudiantes de Dietética y Nutrición, solo el 45% de las bebidas se podía clasificar como saludable, teniendo en cuenta en la mayoría de ella se refería al agua embotellada, mientras que en el segmento de los snacks ni siquiera se alcanzaba el 3%.

El suspenso era notable, además de la crítica por incluir mensajes con consejos saludables en las propias máquinas que incluían ultraprocesados varios, caracterizados por sus altos contenidos en sal, grasas o azúcares.

Sigue sin haber un consenso generalizado sobre lo que se puede etiquetar como saludable o no. Aunque se sigue repitiendo que hay que mirar la alimentación en su conjunto y no señalar determinados productos porque deben considerarse dentro de la dieta que llevan las personas, los expertos nutricionistas se niegan a considerar un refresco bajo en calorías como una bebida saludable.

Igualmente, la exigencia ha ido subiendo escalones. En un hospital, "ningún alimentos que no fuera saludable debería estar incluido" ni en las cafeterías ni en las máquinas expendedoras, por lo que solo sustituir determinadas bandejas no es suficiente para estos profesionales de la salud.