La Asociación Valenciana de Vending repasa 2011 y plantea las bases de trabajo para 2012

HOSTELVENDING.com | 10/01/12.- La última asamblea de la Asociación Valenciana de Vending (AVV), entidad miembro de FENAVE, ha estado repleta de temas y con una asistencia mayoritaria, teniendo en cuenta que se celebró en fechas navideñas. En primer lugar, se resumió el año 2011 con todas las acciones llevadas a cabo para revisarlas y modificarlas de cara al año 2012.
Se elogió la medida de la puesta en marcha de un seguro de responsabilidad social para las empresas, en colaboración con la Asociación Catalana de Vending, así como los cursos que organizó la Fundación Tripartita para los integrantes de las firmas de la asociación.
"Estos cursos son un primer paso para mejorar los estándares de calidad, con formación en la manipulación de alimentos y capacitación de cargadores, y que además han sido bonificables para los empresarios", comentó Miguel Zarco, secretario de la AVV.
Estos periodos de formación también quieren ser un punto de partida para las campañas de mejora de imagen del sector.
En cuanto a los planes de 2012, el eje fundamental será fijar unos estándares de calidad que las empresas deberían cumplir en un plazo de 13-14 meses. Para ello, se ha puesto en marcha una comisión en el seno de la AVV que tiene previsto fijar unos criterios, sobre todo en cuanto a higiene y seguridad alimentaria, y ponerlos en común con los socios en otra asamblea que se celebrará en el mes de febrero.
"La idea es que si los operadores quieren subir los precios, en una situación en la que los márgenes lo exigen, se pueda justificar con una mejora en la calidad del servicio. La idea es transmitir a los clientes que la máquina mejora la calidad del servicio y se pueda plantear una subida de precios a medio plazo", continuó Zarco.
Por otro lado, hubo un intenso debate en la asamblea sobre el sello de calidad y seguridad surgido recientemente, Vending CEO. Los miembros de la AVV, estando de acuerdo en el fondo, no comparten las formas en las que se está articulando esta forma de certificación, con lo que, de momento, muestran un claro rechazo y abogan por una "política de comunicación común, que exponga el cumplimiento de las normativas por parte de todas las empresas, y la postura de las mismas en este tema".