El mercado de servicio técnico y segunda mano, la línea de negocio que más crece

HOSTELVENDING.com | 29/10/12.- El mercado del vending ha mostrado en muchos momentos de esta crisis su volatilidad y moldeabilidad para salir de cualquier obstáculo. Y en tiempos donde las ventas de equipos y máquinas nuevas no son las más boyantes, y siguen colocando a España entre los últimos puestos del ranking europeo, la solución más eficaz es la potenciación del mercado de segunda mano, reparaciones y servicios técnicos.
Sin estar condicionados por las consecuencia de la crisis, estos servicios, en manos de profesionales experimentados del vending, han mostrado un gran crecimiento en su calidad en los últimos años. De ahí que, junto a la necesidad de operadores y emplazamientos de reducir costes, estos ámbitos de negocio hayan subido como la espuma. Así lo corroboran las cifras y sensaciones que muchas de las empresas del sector han comentado.
Como la de Francisco Vigueras, responsable de SAT Vending, que confirmó que el "mercado ha tenido un crecimiento brutal desde 2009, siendo las únicas líneas de negocio dentro de la distribución automática que han logrado sus objetivos en muchos de los últimos ejercicios. Somos una verdadera alternativa. Antes, la vida útil en su máximo esplendor de una máquina automática era de cinco años y ahora se estira hasta los ocho o nueve".
Además de la venta de segunda mano, también se ha visto cómo ha crecido la restauración de máquinas y la búsqueda de recambios, tanto con personal propio como con servicios externos. También se da otra tendencia que es la de "detectar qué fabricantes y máquinas son las más duraderas, como Necta y, a partir de ahí, o se dejan en stock para sacarlas en épocas como esta y estar con ventaja frente a otros competidores, o bien, cuando no queda otro remedio, hacerse con este tipo de máquinas que son muy difíciles de verlas estropeadas y así, aunque hay una inversión importante de por medio, les dure muchos más años", prosiguió Vigueras.
Otro aspecto importante es de la restauración de máquinas. Además de que crece la segunda mano, el servicio técnico y la reparación con respecto a la máquina nueva, también se dan muchos más casos de restauración, con piezas desguazadas de otras máquinas para tirar y que ayudan muchísimo en caso de avería puntual. "Al estar en la calle y no en un local encerrado, llegas más y con un mejor servicio para ofrecer todas estas soluciones", apuntó Vigueras.
Además de trabajos de imagen y pintura, después de tantos años en el sector, "se aprende a que muchas de las averías son las mismas, con lo que se sabe qué piezas hay que conservar o buscar. Y son averías, a veces, inevitables, que si el desgaste del molinillo, la cal que se incrusta en las electroválvulas y así podemos llegar a máquinas de café que tengan 20 años, que sigan funcionando y con una buena imagen". En cuanto a las máquinas de frío y snacks, existen menos complicaciones para que lleguen a estropearse del todo, aunque con más dificultad a la hora de encontrar recambios. "Aún así, con tres máquinas puedes hacer una de lo más completa, segura, dura y fiable", concluyó.
Y toda esta tendencia global que está marcando la crisis económica se nota en las empresas que siempre han albergado algún tipo de servicio de restauración vending. "Antes, al colocar, arreglar o simplemente reponiendo una máquina, te pedían o aconsejaban poner una máquina nueva, ahora ni se atreven a pedirlo cuando son las mismas empresas las que llevan años y años con los mismos equipos y mobiliarios. El cliente final exige menos y es más permisivo aunque la máquina sea más vieja, y creo que es porque todos nos hacemos cargo de la situación general en la que vivimos", apuntó el gerente de SAT Vending.
En el mundo del vending, también es importante saber "tener contento al cliente con consejos y gestiones para un buen mantenimiento de las máquinas. Puede parecer contraproducente porque si los equipos están perfectos no van a llamar, pero al final terminan llamando", finalizó.
Desde Seferguer se reafirman en esta tendencia, destacando que "son muchas las máquinas que los operadores tienen paradas y las van sacando o desguazando para arreglar otras en función de las necesidades. En cuanto a la segunda mano, tampoco son excesivas las cifras, pero se nota un poco en el pequeño comercio y en particulares, pero muy poco entre los operadores", comentó Sebastián Fernández, gerente de la empresa. El mismo Fernández apuntaló que "la calidad, aunque sea en este tipo de servicios siempre tiene que ir al alza y creo que se está consiguiendo".
El cliente siempre va buscando un menor gasto y es capaz de quitar el 20% de una máquina para reparar otra que le esté dando más rentabilidad. "La tendencia que más se está observando es la de que el operador prácticamente no llama para comprar, y los únicos que se atreven con una máquina nueva son particulares, negocios pequeños que quieren poner una máquina para complementar y lo único claro es que, aunque sea con estos métodos, "la calidad debe seguir yendo hacia arriba y, con esto, crear optimismo en un sector muy deprimido", apuntó el gerente de una firma que sabe bien lo que es el vending en todas sus facetas, tanto en la segunda mano y servicio técnico, como en la instalación, gestión y asesoramiento para la instalación de tiendas automáticas 24 horas, como así lo corrobora la cadena de tiendas Boxes.
En cuanto a las causas, Carlos Centeno, de Necta Andalucía, resalta que pueden darse, por un lado, "por la rentabilidad de las posiciones que ha bajado y, por otro, el operador no ha sido capaz de imputar a los precios de venta todas las subidas que se han sufrido en estos últimos años y tampoco tiene la seguridad de la correcta amortización del equipo por la inseguridad de mantener las posiciones. En general los operadores son buenos técnicos, pero muchos “cuestionables” gestores que miden más la inversión inicial que el resultado del equipo en su vida útil, no anteponiendo la rentabilidad a medio-largo plazo de un equipo nuevo centrándose en el “ahorro” en la inversión inicial".
De igual forma, apunta Centeno, "cada vez más el operador tiene más máquinas en sus almacenes con lo que se recicla todo lo que puede, muchos operadores no imputan en sus cuentas el apunte contable de “renovación de parque” y cuando les llega la hora de tener que adquirir equipos no tienen remanente asignado, con lo que muchos optan por la segunda mano, incrementando la vejez de sus parques y desvalorizando sus empresas".
Los márgenes llegan a ajustarse mucho entre una reparación y una compra de segunda mano, con lo que el coste de la primera puede condicionar la decisión hacia la segunda. "Es importante resaltar que las garantías que ofrecen los equipos de segunda mano son limitadas o prácticamente nulas, y se basan en el interés o inversión en optimizar el equipo del que ha reciclado el dispositivo de segunda mano y la pericia del comprador en mantenerla operativa", prosiguió Centeno. Una máquina de segunda mano lo es por los consumos que lleve. "Depende de los consumos, mantenimiento del equipo y fabricante, nosotros por ejemplo trabajamos con bienes de equipo, esto es como un taxi, al día siguiente de la compra ya es segunda mano. En general los equipos nuevos deberían de tener una vida útil de entre 6 y 10 años… la vida útil una vez que pasa a ser de segunda mano dependerá del mantenimiento que le dé el operador y que los recambios del modelo se sigan comercializando", relató Centeno. "Opel Zaragoza renovó sus equipos Necta con 25 años, pero es una excepción, ya que el mantenimiento lo lleva el servicio de mantenimiento de la fábrica con lo que tuvieron que renovar porque los muebles ya no daban mas de sí. Pueden ser varias las razones, y es que las grandes empresas le dan un tiempo de amortización entre 4 y 6 años y luego las sacan al mercado, por el cansancio del cliente en la posición al cabo de tres o cuatro años con el mismo equipo, o que queden obsoletos por electrónica", concluyó.
El dato que aportó José Ramón Fernández, gerente de La Era de la Venta Automática, también es revelador: "Antes se vendían 10 máquinas nuevas y dos de segunda mano, y ahora es al revés, acabando con un mercado como el actual, con más ofertantes que demandantes. Aún así se va consiguiendo dar salida a las máquinas de segunda mano ya que demostramos que las podemos tener en un perfecto estado, garantizado y, al menos, con unos ciertos márgenes que nos puedan ayudar a sobrevivir. De hecho, aumenta la competencia en este aspecto".