Los micromarkets avanzana a pasos agigantados y se plantan en la calle

HOSTELVENDING.com 26/01/2018.- Hasta ahora los micromarkets, un modelo de negocio incipiente en Europa pero de gran recorrido en países como Estados Unidos o Reino Unido, no eran más que una forma de distribución a través de la cual era posible hacer la compra dentro de entornos cerrados pero sin la necesidad de que hubiese personal atendiendo el punto de venta.
Ya el pasado mes de noviembre hablamos de una primera evolución de los micromarkets hacia las Bodegas, unos espacios mucho más reducidos pero que por fin habían conseguido salir de las oficinas (hasta entonces principal emplazamiento de estos comercios).
Ahora, de la mano de Amazon asistimos a un nuevo salto cualitativo de los micromarkets que finalmente nacen como un modelo de negocio alternativo a las tiendas de conveniencia de barrio.
¿Cómo es posible crear este tipo de comercios sin dependientes ni vigilancia humana? El concepto, que ha sido bautizado como “Amazon Go”, se basa en la tecnología más puntera del mercado con el fin de garantizar no solo una calidad de servicio decente, sino la seguridad del establecimiento y la prevención de cualquier tipo de robo.
Así, para poder comprar el único requisito es descargarse la aplicación móvil para Smartphone (además de tener una cuenta en Amazon). No hay caja registradora, ni ningún dispositivo adicional que vaya a registrar las compras: a partir de ahí, el cliente puede coger los productos que desee comprar y abandonar el establecimiento. El cargo se hará de forma automática a su cuenta.
Según han destacado desde la compañía, el objetivo de estos establecimientos es dar al usuario la mayor “privacidad” posible (puesto que no tiene que enseñar a nadie su compra), aunque la realidad es que todos los datos de compra, junto con el perfil de usuario, irán a parar a la base de datos de Amazon, dando a la firma un grado de conocimientos superior sobre sus clientes.
La tecnología utilizada
Si el sistema es sencillo, la tecnología que se encuentra detrás no lo es tanto. El usuario tiene un código QR que debe escanear al entrar al establecimiento. Después, durante el transcurso de la compra, es seguido por una serie de cámaras, al mismo tiempo que los sensores de peso en cada una de las estanterías pueden reconocer exactamente qué es lo qu ese está llevando consigo el consumidor para poder cobrárselo.
Según han detallado desde Amazon, el sistema ha conseguido una precisón máxima, de tal forma que es posible reconocer la compra de dos personas incluso si se cruzan en el camino o están juntas, distinguiendo los productos de cada uno de ellos o los movimientos que ha realizado.
El personal
Aunque no hay nadie atendiendo a los clientes, sí que hay personal para realizar el resto de tareas, como puede ser la de reposición o la de preparación de lo salimentos.
De hecho, el local cuenta con una pequeña sala donde los trabajadores se encargan de lo splatos preparados o de los sándwiches.
Además, por cuestiones de normativa, un operario debe verificar la edad de los clientes en la sección de bebidas alcohólicas para asegurar que no se produzcan infracciones de ningún tipo. Finalmente, exisitiría un último trabajador en la entrada para saludar a los clientes.
Si hasta ahora los micromarkets parecían cosa de otro planeta, parece que poco a poco la venta automática se está comenzando a estandarizar con esta última muestra de que también es posible en las calles.
¿Nos encontramos ante la fase beta de cómo puede ser el comercio en el futuro?