Superautomáticas y maquinaria de alta gama: guía rápida para entender los últimos modelos del mercado

Vending en oficinas, ¿qué tipo de espacios se están buscando en el entorno laboral?

HOSTELVENDING.com 30/05/2018.- Venditalia cada vez se encuentra más cerca, y entre las grandes propuestas de los fabricantes podremos encontrar máquinas de todo tipo: desde el vending más clásico con las últimas propuestas de freestanding, hasta modelos cada vez más disruptores como los que vienen de la mano de las table top.

Pero para esta edición, lo que sin duda debería centrar la atención de todos los asistentes son las últimas superautomáticas que ya están entrando en el mercado.

¿Super-auto-qué? Posiblemente esta no sea la primera vez que escuchas hablar de este término, un concepto para las máquinas de café que se basan en una sencilla premisa: ofrecer el producto más completo posible con la mínima intervención humana.

Desde Necta, que trabajan con modelos de superautomática como Kalea o Krea -dos joyas diseñadas para el canal Horeca pero con mucho potencial más allá de este mercado-, se refieren a las superautomáticas como aquellas máquinas capaces de ofrecer el servicio de bebida completo, incluyendo vaso, paletina, azúcar “y el resto de selecciones”.

Según esta definición, podríamos entender que cualquier máquina de vending freestanding podría ser una superautomática… o no… ¿Porque qué incluye ese “resto de selecciones”?

Por su parte, el fabricante de máquinas Rancilio, que también cuenta con la gama de superautomáticas Egro, nos acerca aún más a la que debe ser una superautomática en el año 2018 en comparación con lo que es una semiautomática: “Lo que más diferencia ambos mundos desde el punto de vista profesional es la cantidad de trabajo y esfuerzo requerido por parte del operario”, explica Alejandro del Castillo, responsable Técnico de la compañía.

“Apretar un botón y saber que dentro de 20 segundos tendrás lista la bebida es una gran ventaja para las superautomáticas. Más aún si tenemos en cuenta la variedad de productos y el dinamismo detrás de la barra requeridos en los negocios de alta rotación modernos”, concluye del Castillo.

Siguiendo este esquema, ya empezamos a apreciar las diferencias entre las semiautomáticas típicas de la hostelería (máquinas de brazo), las automáticas del vending (freestanding) y los últimos modelos de superautomática, que vendrían a reunir las ventajas de ambos tipos de máquinas.

Un momento…. ¿pero qué tienen que ver las máquinas de brazo y los baristas en todo esto? Hasta ahora, la función del barista no es solamente el de aquella persona que prepara el café, sino que se trata del supervisor y garante de que absolutamente todos los parámetros de la máquina están en orden para que la calidad del producto sea óptima.

Con los últimos modelos de superautomáticas, la figura del barista comienza a diluirse; es decir, ya no es necesario que haya una persona encargada de regular el molinillo, que esté recordando cada cuánto hay que realizar el mantenimiento de la máquina o que advierta si se produce algún tipo de incidencia.

No. Por lo general, cuando hablamos de una superautomática nos referimos a una máquina con una autonomía que va mucho más allá de preparar el café apretando solo un botón, ya que entre sus funcionalidades está la posibilidad de realizar ese “auto-mantenimiento”, dando mayor tranquilidad al operador.

Además, y como guinda del pastel, otra de las exigencias para cualquier superautomática que esté dentro del mercado es la capacidad de llevar a cabo la máxima personalización del producto, de la misma forma que lo haría un buen barista en cualquier cafetería u hotel.

Desde emulsión en frío de la leche, hasta la preparación de cualquier tipo de café o combinado, son exigencias que van implícitas en este tipo de máquinas, y que terminan de configurar todo aquello a lo que debe apostar cualquier empresa que quiera ofrecer calidad.

Sin ir más lejos, Saeco es otro de los grandes fabricantes que ha sabido ver el enorme potencial de este tipo de máquinas, haciendo de las superautomáticas una de sus principales bazas para cumplir con el servicio que espera el cliente final.

Un nicho de mercado para las superautomáticas

Sabiendo todas las posibilidades de las superautomáticas, solo cabe realizar una pregunta. ¿Por cuánto se pueden comprar?

Por lo general, el coste de este tipo de máquinas suele superar los 8.000 euros, lo que ya nos da indicios de a qué nichos de mercado se dirigen (principalmente hostelería).  Rancilio, por ejemplo, tiene como uno de sus principales clientes a Ikea, en cuyas tiendas las máquinas de café alcanzan picos de actividad difíciles de mantener salvo para aquellos modelos que están hechos para aguantar.

“España es un mercado muy atomizado, pero al mismo tiempo se trata de un mercado muy potente. De hecho, es uno de los países donde más máquinas de café se compran”, detalla Nuno Correia, Director Comercial, al hablar de la expansión de Rancilio: “Ya tenemos clientes de la talla de Ikea y nuestra intención es seguir creciendo especialmente de la mano de aquellos actores que quieren ofrecer el mejor café al consumidor final”.

Sin embargo, teniendo en cuenta el despunte del OCS en España y en Europa en general y la introducción de nuevos modelos de negocio basados en el “bean to cup”, es cuestión de tiempo que en unos pocos años también podamos ver una superautomática en todas las grandes oficinas.

A la pregunta de por qué son tan idóneas para oficinas, desde Necta recuerdan todas las innovaciones tecnológicas que hay detrás: mantenimiento automático, solución para todo tipo de recetas, pantalla táctil, conectividad vía internet, wifi, gprs, envío y recepción de información desde la máquina, creación de estadísticas y notificación de averías, etc.

Si hacemos una suma de todos estos parámetros, el resultado es una máquina que puede estar completamente desatendida y que, sin embargo, tiene un mantenimiento completamente optimizado: “Además, contamos como últimas innovaciones los nuevos diseños tan intuitivos, diseños que perminten una mejor gestión de la máquina en cuanto a mantenimiento por parte del operador, limpieza, etc. respecto del usuario final, lo que le permiten estos diseños el un manejo mucho más sencillo en la selección de sus productos”, recalca Necta.

Un asunto aparte es la capacidad de amortizar la máquina. Si hablamos de un emplazamiento hotelero en una zona turística, la amortización está casi asegurada; aunque para una oficina, las exigencias pueden cambiar y será necesario establecer un número mínimo de consumiciones al mes antes de colocar la máquina.

De un modo u otro, lo que está claro es que las superautomáticas han venido para quedarse con una sugerencia atractiva y rentable para el operador que quiera diversificar su negocio de vending.

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