Ayudas oficiales para la instalación de máquinas automáticas de leche fresca

HOSTELVENDING.com | 29/07/11.- A pesar del freno que se ha sufrido en este sector, la distribución automática de leche fresca es todavía un campo a potenciar. El Consejo de Gobierno vasco ha aprobado esta semana conceder tres subvenciones directas por un valor total de 24.436 euros para la instalación de máquinas expendedoras de leche fresca de vaca, que ponen a disposición del consumidor cada día leche recién ordeñada sometida a un proceso de pasteurización. Además, se continúa la apuesta por las explotaciones ganaderas y el progreso de los mercados locales. La leche fresca de vaca es un producto de calidad, autóctono y con unas cualidades organolépticas y sensoriales mejores a la tradicional leche vendida en tetrabrik de larga duración, ya que es pasteurizada y con un tratamiento que conserva intactas la mayoría de la propiedades del producto fresco. Estas ayudas dan continuidad a las subvenciones por valor de 350.000 euros otorgadas en 2010 para la instalación de máquinas expendedoras de leche fresca de vaca.
Siguiendo con la actualidad de estos dispositivos, se demuestra que el sector lácteo no quiere tirar la toalla cuando se atraviesan fases, quizás no tan rentables como las iniciales. De ahí que se aplaudan proyectos como el de la Ganadería gallega Louzao. La firma, que creó la marca Leite Ulla con la finalidad de dar a conocer su producto sin alterar, confirma su apuesta de colocar en el mercado más de 110 litros semanales en Marín y Moaña.
Y se expande ahora a Sanxenxo, inaugurando un nuevo dispositivo expendedor que cubra las necesidades de un municipio en incremento y con gran atractivo turístico en la época estival. El secreto del triunfo de la propuesta es que la empresa cumple un proceso de trazabilidad, desde la propia explotación ganadera hasta el momento de recogida de la leche por parte del consumidor, para que esta se mantenga fresca y no pierda su sabor a recién ordeñada.
El proceso sigue diferentes fases, comenzando por el ordeño diario. Luego se pasteuriza el producto y, a continuación, se envasa en depósitos isotérmicos con agitadores especiales a una temperatura de cuatro o cinco grados centígrados. Posteriormente se transporta en furgón isotérmico hasta la máquina dispensadora. En este punto toma el relevo el consumidor.